Módulo 3: Revelar y comunicar la violencia doméstica y de género

1. ¿Qué dificulta que la víctima revele su situación?
2. Estrategias a seguir para una primera entrevista
3. Qué preguntar a una víctima potencial de violencia doméstica y de género
4. Cómo responder a una víctima que revela su situación
5. Dudas frecuentes en el contexto de la violencia doméstica y de género
6. Apoyo y material visual

Enfoque desde el sistema educativo: comunicación con progenitores y alumnado

Referencias

Introducción
Te damos la bienvenida al Módulo 3: «Revelar y comunicar la violencia doméstica y de género».* En este módulo, profundizaremos en los aspectos críticos de la comunicación a la hora de abordar la violencia doméstica y de género. Es de suma importancia entender la complejidad que acarrea hablar sobre esta cuestión, teniendo presente estrategias de comunicación efectivas y elaborar respuestas acordes para ofrecer una asistencia integral a las víctimas.

*La violencia doméstica (VD) se refiere a todos los actos de violencia física, sexual, psicológica o económica que se producen en la familia o en el hogar o entre cónyuges o parejas de hecho antiguos o actuales, independientemente que haya o no convivencia (artículo 3.b Convenio de Estambul). En España, la violencia de género (VG) hace referencia a aquella violencia que sufren las mujeres en el ámbito de la pareja/expareja, por parte de hombres, incluyendo la violencia vicaria (Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género).

Objetivos formativos

+ Estudiar los obstáculos que impiden que la víctima revele su situación de violencia.

+ Aplicar estrategias de comunicación adaptadas a los retos específicos de los casos de violencia doméstica y de género.

+ Aprender qué preguntas hacer ante un posible caso de violencia doméstica y de género.

+ Aprender a responder de forma acorde y empática cuando la víctima revelen su situación para que se sienta respaldada y entendida.

+ Entender y aplicar métodos de comunicación visual para mejorar la comunicación en casos de violencia doméstica y de género.

+ Saber qué pasos seguir cuando la víctima revela su situación.


1. ¿Qué dificulta que la víctima revele su situación?

Las personas que sufren violencia doméstica y de género se topan con varios obstáculos que impiden que expresen abiertamente sobre su situación.

Haz clic en las cruces debajo de cada término en la ilustración para leer más sobre los obstáculos más comunes:

Ten presente que las  víctimas de violencia doméstica y de género pueden pertenecer a cualquier contexto social, cultural, económico y religioso, independientemente de su edad, género y orientación sexual, inclusive las personas con diversidad funcional. Afecta a personas de todos los contextos socioeconómicos y niveles educativos. Es importante entender que NO existe la «víctima prototipo».

Existen una gran cantidad de estadísticas que presentan a la mujer como víctima dentro de una relación heteronormativa. Esto no excluye que cualquier persona pueda ser objeto de malos tratos: hombres, menores, personas con diversidad funcional y personas no binarias. Esto también se aplica a las personas agresoras. Consulta el  Módulo 1 para más información sobre las personas agresoras.  La violencia doméstica y de género puede darse en parejas de distinto o mismo género, entre padres/madres e hijos/as, hermanos/as, tíos/as, primos/as, abuelos/as e, incluso, compañeros/as de piso.


2. Estrategias a seguir para una primera entrevista

Para lograr una conversación respetuosa y que transmita confianza, asegúrate de que se realice en un espacio independiente sin acompañante (pareja, hijos/as, familiares o personas cuidadoras) para que pueda hablar libre y cómodamente. Los mensajes de texto pueden ser una herramienta útil. Se pueden usar para esclarecer la situación con la víctima, especialmente en caso de que haya poco tiempo.

Haz clic en las cruces debajo de cada término en la ilustración para leer más información.


3. Qué preguntar a una víctima potencial de violencia doméstica y de género

Es fundamental preguntar sobre violencia doméstica y de género durante la entrevista con la víctima teniendo presente que sus hijas o hijos también pueden estar en una situación de riesgo. En primer lugar, habría que normalizar las preguntas que se van a hacer.2

  • Cuando hay barreras lingüísticas, se debe buscar la manera de hacer la entrevista en el idioma de la víctima. Asimismo, durante todo el proceso, se han de tener presentes las barreras culturales.
  • Haz preguntas sobre la conducta en sí sin poner el foco en las consecuencias o significado que puedan tener.
  • Haz las preguntas con una actitud calmada y de manera objetiva. Cuando las respuestas no sean claras, ayúdala a ordenar sus ideas con preguntas adicionales.
  • Muestra gratitud ante la información que te proporciona.3

Recuerda indagar sobre las formas de abordar cada situación y amóldate a la más adecuada, siempre teniendo presente que cada víctima responde de forma distinta.


Empieza con preguntas generales

Aquí tienes algunos ejemplos que puedes usar para favorecer que la situación de violencia surja en la conversación antes de pasar a preguntas directas. Las preguntas abiertas, siempre y cuando se haya creado un espacio en el que las víctimas se sientan reconfortadas, favorecen que puedan expresar la situación de violencia que están viviendo. Evita hacer preguntas que puedan provocar un sentimiento de culpa.


Explica el porqué de cada pregunta

Deja espacios de silencio que permitan que la persona ordene sus ideas. Muéstrate paciente y mantén una actitud calmada. Presenta una escucha activa, ya sea asintiendo con la cabeza o mediante interjecciones de afirmación. Muestra comprensión ante sus sentimientos y anímala a hablar a un ritmo en el que se sienta cómoda.

«No sé si este es tu caso. Hay muchas personas que tienen relaciones en las que hay violencia. Algunas de ellas no se sienten cómodas contándolo, así que he empezado a preguntar sobre ello de forma rutinaria».5

«La violencia afecta a muchas familias. La violencia en el hogar puede tener consecuencias físicas y emocionales para ti y para tu hija. Ofrecemos servicios para cualquiera que necesite asesoramiento sobre violencia en el hogar».6


Haz preguntas directas

Aquí tienes algunos ejemplos de preguntas directas a las que puedes recurrir, sirven para mostrar que tienes interés en escuchar su situación. En base a sus respuestas, continúa realizando preguntas y presta atención a lo que tiene que contar. Si la respuesta es «sí» a cualquiera de las preguntas, ofrécele ayuda. Es importante no invalidar las emociones ni el relato de la persona.

«¿Alguna vez has sentido miedo en tu casa?».

«¿Alguna vez tu pareja o alguien de casa ha amenazado con hacerte daño de cualquier forma?». «Si es así, ¿cuándo ocurrió?».

«¿Tu pareja o alguien de casa ha intentado controlarte? Por ejemplo, no te ha dejado tener tu propio dinero o salir de casa».

Más ejemplos

«¿Te han presionado u obligado a hacer actos sexuales sin tu consentimiento?».7


«¿Te han agredido físicamente o hecho daño durante este último año?». «Si ha ocurrido, ¿quién ha sido?».

«¿Sientes inseguridad en tu relación actual?».8

«¿Hay alguna expareja que te esté intentando intimidar en el presente?».
9

«¿Alguna vez te has sentido controlada o aislada por alguien cercano a ti?».10

«¿Tienes un lugar seguro al que ir en caso de emergencia?».
11

«¿Tu pareja o alguien de casa ha intentado controlarte amenazándote con hacerte daño o a tu familia?».12

«¿Alguna vez alguien cercano a ti te ha abofeteado o empujado?».

«¿Por qué sigues viviendo con esa pareja/familiar que te trata así?».

«¿Podrías haber evitado la situación?».

«¿Eres víctima de violencia doméstica y de género?».13

«Tienes suerte de que no haya sido peor».

«¿Por qué hiciste eso…?».

Si necesitas un servicio de interpretación:

  • Nunca uses un familiar de la víctima como intérprete.
  • De ser posible, recurre a un/a intérprete con formación en VD y VG o afiliada a una organización local especializada en estos casos.
  • Escoge a una persona del mismo género que la víctima para la interpretación y haz que firme un acuerdo de confidencialidad.

En los siguientes enlaces puedes encontrar pautas sobre el trabajo con intérpretes:


4. Cómo responder a una víctima que revela su situación

Tomar la decisión de revelar las vivencias de violencia doméstica y de género es algo personal. Las víctimas optan por no hablar de ello por una serie de razones: puede que les preocupe su seguridad, que tengan miedo a las posibles consecuencias o haya una falta de confianza hacia los equipos profesionales. Las y los profesionales pueden abogar por las víctimas de violencia doméstica y de género y respaldar su entereza y fortaleza.14

Descripción: este vídeo explica cómo responder cuando alguien revela su situación de violencia doméstica y de género.

Cuando alguien te verbaliza su situación, escucha de forma activa sin emitir juicios ni dar soluciones, ofrécele espacio para expresarse. Si bien puedes tratar de buscar esclarecer la situación mediante preguntas, céntrate en que exprese cómo se siente. Recurre a las siguientes técnicas para ayudarle a transmitir sus emociones y cuáles son sus necesidades y así asegurar que haya una buena comunicación.


Anímala y ofrécele espacio

Ayuda a la víctima a identificar y expresar sus necesidades y preocupaciones. Deja que haya momentos de silencio. Si llora, dale tiempo para recomponerse.

No preguntes el porqué de su situación.

«Antes, cuando has dicho que tu pareja/familiar te agrede [o cualquier otro comportamiento que haya descrito], ¿a qué te referías?».15

«¿Hay algo que necesites o te preocupe?».

«¿Por qué has hecho eso?».

«¿Por qué enfadaste a tu pareja/familiar?».

No trates de adivinar lo que va a decir.16


Genera confianza y muestra empatía

Reitera lo que va relatando la víctima con una escucha activa para mantener una comunicación clara. Medita sobre los sentimientos de la víctima y sintetiza sus preocupaciones. Evita las preguntas sugestivas durante la entrevista.

«Has mencionado que sientes mucha frustración».

«Parece que esto es algo que te causa enfado».

«¿Puede ser esto…lo que quieres decir?».

«Me imagino que esto te resulta frustrante, ¿verdad?».

No mires el reloj ni hables demasiado rápido. No cojas el teléfono, mires la pantalla del ordenador ni escribas.17


Valida sus sentimientos

Transmite normalidad ante sus reacciones. Crea un entorno en el que se sienta cómoda para expresar esos sentimientos y enfatiza su derecho a tener una vida sin violencia y miedo. Debes mostrar una escucha activa, comprensión y confianza ante lo que narra sin emitir juicios ni poner condiciones.

«No es tu culpa. No eres responsable de sus actos».

«Puedes contármelo».

«Hay servicios de apoyo disponibles». [Dilo solo si es así].

Más ejemplos

«Nada justifica lo que te ha ocurrido».

«Nadie merece recibir golpes de su pareja o familia».

«Lamentablemente, mucha más gente se ha visto en esta misma situación».

«Tu vida y tu salud importan. Tú importas».

«Todo el mundo merece sentirse a salvo en casa».

«Me preocupa que la situación esté afectando a tu salud».

«Se te pasará, no te preocupes».


Ofrécele apoyo

Demuestra que no pones en duda su relato. No des consejos. Reafirma que nada justifica la conducta violenta. Tómate en serio lo que narra. Muestra empatía. Muestra agradecimiento a la víctima por contarte sus vivencias. Ayúdala a ordenar sus ideas y a expresar sus necesidades y preocupaciones.

«Este es un espacio seguro para hablar de ello».

«Estoy aquí para lo que necesites».

«Lo que está pasando no es tu responsabilidad».

Más ejemplos

«La violencia nunca es justificable».

«Gracias por confiar en mí y compartir lo que sientes».

«¿Hay algo que necesites o que te preocupe?».

«Deberías divorciarte».

«Esto es normal entre hombres y mujeres. No hace falta exagerar».

No le cuentes la historia de otra persona o le hables de tus propios problemas.18


Evita la confrontación

Si la víctima no está lista para hablar de la situación, no la obligues. Espera al momento adecuado y respeta su ritmo personal. Anímala a hablar sin presionarla.

«Estoy aquí para ayudarte. Entiendo que no quieras hablar de ello ahora». 

«Recuerda que estoy aquí para cuando necesites hablar con alguien».


Respeta sus decisiones

No juzgues la capacidad de la víctima para tomar decisiones. De lo contrario, podría hacer que pierda la confianza en ti.  Animarla y hacerle preguntas es clave.

«¿En qué puedo ayudarte?».

«¿Qué puedo hacer para ayudarte a que estés a salvo?».


Facilítale información de recursos de ayuda

Facilítale información sobre servicios de apoyo personal y familiar para víctimas de violencia doméstica y de género. Evita los juicios de valor cuando te expreses.

«Aquí tienes el número de la oficina de asistencia más cercana. Pueden ayudarte a encontrar refugio y asesorarte».

«¿Quieres que te ayude a elaborar un plan de seguridad?».

«Quiero ayudarte (a tus hijas/os, etc.) a estar a salvo. Me gustaría compartir contigo estos recursos que siempre doy. Suelo dar dos a todo el mundo. Así te puedes quedar tú con una copia y la otra se la puedes dar a alguna amistad. Todo el mundo conoce a alguien que puede estar pasándolo mal y necesita ayuda».

«Tienes que llamar a este número y dejar a esa persona de inmediato».

«¿Por qué no cortaste la relación hace tiempo?».

«Si hubieras venido antes, te podría haber ayudado mejor».


¿Qué hacer después?

Habla con la víctima sobre las medidas de seguridad y la evaluación de riesgo. Encontrarás más información en el Módulo 5: Evaluación de riesgo y plan de seguridad.

Después de hablar sobre la violencia con la víctima, debes facilitarle información de los Servicios Sociales. Encontrarás más información en el Módulo 4: Servicios de apoyo del sector social.

Encontrarás más información sobre los procesos penales aquí.



5. Dudas frecuentes en el contexto de la violencia doméstica y de género

En este apartado encontrarás posibles respuestas a algunas dudas que surgen al trabajar con personas que han sido víctima de malos tratos.19

«¿Qué puedo hacer cuando tengo pocos recursos y poco tiempo?»

No todo requiere mucho tiempo y recursos adicionales. En ocasiones, una frase es suficiente para hacer saber a la víctima que la vais a acompañar, que la violencia nunca es una opción y que hay ayuda a su disposición. Además, también puedes hacer una búsqueda previa de qué recursos hay de tu sector que pueden ser de ayuda.

«¿Por qué no debería dar consejos?»

Es importante que la víctima se sienta escuchada y tenga el espacio para contar su historia a una persona que se muestre empática. La mayoría de las víctimas no se sienten cómodas cuando les dictan lo que tienen que hacer. La escucha activa y las respuestas desde la empatía son de gran ayuda. Puede que este sea el paso más importante. La víctima necesita encontrar su propio camino y tomar sus propias decisiones. Hablarlo puede ayudarle a saber qué pasos seguir.

Asimismo, se le debe facilitar información (en panfletos, por ejemplo) sobre los recursos que tiene a su disposición: ayuda económica, información de contacto de centros residenciales, etc.

«¿Por qué no corta la relación con la persona agresora?»

Hay muchas razones por las que la víctima no sale de contextos violentos. Es clave no juzgarla ni insistir en que se marche de inmediato. Debe tomar esa decisión a su ritmo y por sí sola. Algunas de las razones por las que no abandona la relación son:

  • Dependencia económica, social, etc. Dependencia de la persona a cargo de sus cuidados.
  • Cree que la violencia es normal en una relación y que todas las parejas/familiares ejercen violencia y control. Llega incluso a pensar que, de alguna forma, es merecedora de dicha violencia.
  • Miedo a una reacción extrema y violenta. 
  • Siente que no tiene a dónde ir ni ninguna persona a la que recurrir en caso de necesitar apoyo.

Encontrarás más información sobre las dinámicas de la violencia doméstica y de género en el Módulo 1.

«¿Cómo ha acabado en esa situación?»

Es importante evitar culpar a la víctima de su situación. Culparla imposibilita ofrecerle ayuda de forma adecuada. La violencia no es la respuesta a ninguna situación. Nada la justifica. 

«No nos enseñaron así»

Debes adoptar un enfoque humano: escucha, identifica las necesidades y preocupaciones de la víctima, refuerza su apoyo social y salvaguarda su integridad física y psíquica. Asimismo, puedes mostrarle las opciones que tiene y animarla a sentirse segura a la hora de tomar decisiones.

«¿Y si decide no poner una denuncia?»

Respeta sus decisiones. Hazle saber que siempre puede cambiar de parecer y que hay personas con las que puede valorar sus opciones. Ayúdala a poner la denuncia si decide hacerlo.

«¿Cómo puedo asegurar confidencialidad si la ley dicta que tengo que dar cuenta a la policía?»

Si la ley de tu país dicta que debes informar del caso a la policía, avisa primero a la víctima. Puedes, por ejemplo, decir lo siguiente: «Lo que me cuentas es confidencial. Eso significa que no le diré a nadie nada de nuestra conversación. Sin embargo, hay una excepción…».

Infórmate sobre las especificaciones de la legislación y condiciones a la hora de poner una denuncia. Por ejemplo, puede que la ley requiera que denuncies una violación o malos tratos a menores.  Afírmale que, más allá de lo requerido por ley, no le contarás a nadie su situación sin su permiso. Encontrarás más información sobre los aspectos legales de cada país en el Módulo 7.

«¿Y si llora?»

Deja que se desahogue. Puedes decirle: «Sé que no es fácil hablar de esto. Tómate tu tiempo».

«¿Y si sospecho que se trata de un caso de violencia, pero la persona no lo reconoce como tal?»

No la obligues a hablar. (Podrías equivocarte). Aun así, puedes ofrecer ayuda en lo que necesite.

«¿Y si quiere que hable con la presunta persona agresora?»

No es recomendable que asumas la responsabilidad de la situación. Sin embargo, si la víctima considera que es seguro proceder y que no hará que la violencia aumente, puede ser de ayuda que la persona agresora hable con alguien a quien tenga respeto. Por ejemplo, un familiar, una amistad o una autoridad religiosa. Coméntale que si no se hace con cuidado, podría llevar a más violencia.

«¿Y si la presunta persona agresora también ha acudido a mí?»

Es muy difícil trabajar con ambas personas de la relación a la vez cuando hay un contexto de violencia. La mejor opción es intentar que un/a compañero/a vea a una de las dos personas por separado, manteniendo siempre la confidencialidad.

«¿Y si creo que la presunta persona agresora puede llegar a asesinar a la víctima?»

Habla con la víctima de forma sincera sobre las preocupaciones que tienes. Explícale por qué piensas que pueda estar en riesgo y dile las opciones que hay para que esté a salvo. En esta situación, es bastante importante identificar y ofrecer alternativas seguras a las que pueda recurrir.

Prepárate en caso de que se dé esta situación y ten a mano un folleto informativo con números de teléfono de utilidad (por ejemplo, de centros residenciales).  Asegúrate de que la información esté actualizada.

Dependiendo del marco legislativo del país puede que tengas que dar cuenta a la policía. Pregúntale si hay alguna persona de confianza con la que puedas contactar y alertar del riesgo.

Pregúntale si hay alguna persona de confianza con la que puedas contactar y alertar del riesgo.

«¿Y si no puedo sobrellevar lo que cuenta?»

Tus necesidades son tan importantes como las de la víctima. Puede que tengas reacciones y sentimientos fuertes al escuchar o al hablar sobre violencia de primera mano. Esta es una reacción normal frente a vivencias dolorosas. Sé autoconsciente de tus emociones.

Si lo necesitas, busca la ayuda y el apoyo que necesitas también. Encontrarás más información sobre el autocuidado en el Módulo 9.


6. Apoyo y material visual

En muchos casos, las personas que viven en un contexto violento se topan con dificultades a la hora de acceder a información o servicios de apoyo. La comunicación visual representa un papel imprescindible a la hora de concienciar sobre violencia doméstica y de género. Colocar carteles (con un código QR, por ejemplo), folletos o panfletos en las salas de espera, los servicios y otras zonas visibles es imprescindible. Coloca la información de los servicios de apoyo en los aseos (con avisos para que no se lleven los carteles, pues la persona agresora podría encontrarlos). 

Estos apoyos visuales sirven para transmitir que el lugar en el que están es seguro para hablar de la violencia doméstica y de género y mostrar que hay servicios de apoyo a su disposición.  Un entorno visual donde se habla abiertamente de violencia doméstica y de género anima a que las personas que viven en un entorno violento hablen y busquen ayuda. Este enfoque proactivo contribuye a romper el silencio y fomenta la creación de un entorno de apoyo.

Recuerda:

  • El material visual que uses debe ser inclusivo y representar de forma realista las experiencias únicas de las personas afectadas (sin estereotipos de género).
  • Si cabe la posibilidad, usa información disponible en varios idiomas.
  • Escoge imágenes que promuevan un mensaje positivo. Evita imágenes en las que se represente violencia física (pues la violencia doméstica y de género no solo es física) o en las que se sexualice los cuerpos de víctimas supervivientes. Asimismo, las imágenes no se deben limitar a un único grupo demográfico.  

Ejemplos de diferentes recursos visuales:

Señal universal de socorro:

Esta señal universal de socorro indica que la persona se encuentra en una situación peligrosa y necesita ayuda. Se recurre a ella cuando la persona no puede, por ejemplo, hablar en alto porque la persona agresora está cerca (en el coche, en casa, etc.).

«La señal se hace con la palma de la mano abierta y mirando al frente. A continuación, se dobla el dedo pulgar y, después, se dobla el resto de dedos, escondiéndolo».20


Reparte folletos informativos para concienciar sobre violencia doméstica y de género y sobre los servicios de asesoramiento locales. Idealmente, escoge información de aquellos servicios ubicados más cerca o que ofrezcan asesoramiento en línea.

Ejemplos:


Si no es seguro darle a la persona afectada un folleto, una buena alternativa es crear, por ejemplo, una tarjeta de visita con números de teléfono y direcciones indicados de forma discreta.


Estas chapas indican que la persona se encuentra en un lugar seguro para hablar de violencia doméstica y de género.


Enfoque desde el sistema educativo: comunicación con progenitores y alumnado

Hablar con la/el menor

Preparación

  • ¿Quién conduce la conversación? ¿En quién confía la/el menor?
  • ¿Dónde es mejor mantener la conversación (dando un paseo, en una mesa, etc.)?
  • ¿Hay alguna estancia en la que se pueda crear un entorno acogedor?
  • ¿Cómo puedo ayudar a la/el menor a que retome la normalidad tras haber hablado con ella o él?
  • ¿Necesitas algo para tomar nota, pañuelos, material informativo, etc.?
  • ¿Hay centros de asesoramiento para víctimas de violencia doméstica y de género? Infórmate.
  • Ponte en la piel de la/el menor: ¿quiere hablar de la situación? ¿Quiere tener una tutoría a solas o con otra persona presente? ¿Ha hablado antes sobre ello con otra persona?

Fase 1: Introducción

  • Ponte en contacto y habla con la/el menor.
  • Adapta tu forma de hablar y hazle preguntas abiertas (no le hagas preguntas alternativas ni sugestivas). Anima a la/el menor a que te cuente la situación que está viviendo en casa. Aquello que te cuente sobre las normas y el control en casa te dará una idea de la situación en la que se encuentra.
    • «¿Cómo van las cosas en casa?», «Muchos/as niños/as/adolescentes que muestran dificultades en el colegio/instituto tienen problemas en casa. ¿Hay alguien de tu familia que te esté presionando?».
    • «¿Cómo te llevas con tu padre/madre/hermano(s)/hermana(s)…?».
    • «¿Hay algo que te ponga triste o te preocupe?».
    • «Algunos/as niños/niñas/adolescentes sienten miedo en casa. ¿Qué piensas que puede hacerles sentir miedo?». / «¿Hay momentos en los que sientes miedo en casa?»
  • Expresa de forma clara lo que te preocupa.
  • Establece un tiempo y un objetivo a tratar.
  • Háblale sobre la confidencialidad. Si tomas notas, dile para qué las vas a usar.

Ejemplos

«El otro día me contaste que el novio de tu madre a veces es duro con ella cuando está enfadado. Le he estado dando vueltas, así que quería hablar contigo. Quiero saber si puedo ayudarte. ¿Qué me dices?».

«Me he dado cuenta de que, desde hace unas semanas, pareces triste y cansada/o y pierdes la concentración en clase. El otro día, cuando repartí las tareas, parecías estar nerviosa/o y avergonzada/o. ¿Te parece bien si hablamos de ello? Tal vez pueda ayudarte. ¿Qué me dices?».

Fase 2: Pregunta inicial

  • Piensa en una pregunta que abra la conversación sobre el tema.
  • Es posible que las preguntas de la primera fase hayan creado ya un entorno cómodo para tener la conversación.

Ejemplos

«¿Hay algo que te preocupe y no te deje dormir? Cuéntame, ¿estás descansando bien estos días?».

«Me dio la impresión de que sentías nervios/vergüenza cuando repartí la tarea. ¿Es así? Háblame de ello».

Fase 3: Contenido de la conversación

  • En esta fase, escucha de forma activa y tómate lo que diga en serio.
  • Ayuda a la/el menor a hablar sobre sus vivencias, sentimientos y necesidades. Si la/el menor no quiere hablar, dile que podéis hacerlo más tarde.
  • No juzgues el testimonio de un/a menor que se ha visto afectado/a por violencia.
  • Refuerza la autoestima de la/el menor y reafirma que la violencia nunca está bien y que no tiene la culpa. Valida sus sentimientos. Ayúdale a entender que tanto su espacio personal como el de las demás personas se debe respetar siempre. Un «secreto» que da miedo y es peligroso, que da dolor de estómago o provoca pesadillas, no se debe mantener «en secreto». «Puedes hablar de ello, aunque alguien te haya hecho prometer que no lo hagas». 
    • «La violencia nunca está bien».
    • «No tienes la culpa».
    • «Tienes todo el derecho a sentir enfado/tristeza/inseguridad/etc.».
    • «Puedes contarlo, aunque hayas prometido que no lo harías».
    • «Haremos algo para buscar ayuda».
  • Cree en la/el menor. Escucha con atención y no trivialices los hechos que narra. Dile que hablar de ello ayuda.
    • «Te creo».
    • «Gracias por confiar en mí».
    • «Siento mucho lo que te ha pasado».
  • Ayuda a la/el menor a que proponga sus propias soluciones y respeta sus decisiones, siempre y cuando no esté en una situación inminente de riesgo.
  • Ayúdale a trazar un «plan de contingencia».

Ejemplos

«Lo más importante para mí es saber cómo llevas la situación. Me gustaría escuchar lo que tengas que decir al respecto».

«Dices que tus padres se pelean por tu culpa y que tu padre/madre te pega/grita de vez en cuando porque le provocas. ¿Qué quieres decir?».

«¿Cómo podemos asegurarnos de que no estás en peligro cuando tus padres se pelean?».

«¿Hay alguna persona a la que puedas ir cuando pasa eso? ¿Un vecino o vecina? ¿Tus abuelos o tíos viven cerca? ¿Tienes móvil?».

Fase 4: Terminar la conversación

  • Reitera el objetivo de la tutoría, debes dejar claro cuándo volveréis a hablar y cuáles son los siguientes pasos. Llega a un acuerdo con la/el menor si es posible.
  • Asegúrate de tener el consentimiento de la/el menor antes de ponerte en contacto con los progenitores o personas cercanas para evitar agravar la situación. Pregúntale cómo es la relación con su padre, madre, hermanos/as, otros familiares, amistades y personas conocidas. Ponte en contacto con la familia o persona(s) encargada(s) de sus cuidados.

Ejemplos

«¿Qué te parecería que sigamos con la conversación en otro momento? ¿Te gustaría hablar de algo más? ¿Hay algo más que crees que debería saber?».

«Has pasado por momentos difíciles…».

«Creo que hemos tenido una buena conversación. Ahora sé lo que ocurre. Me gustaría volver a hablar contigo pronto para saber cómo sigues. ¿Qué tal dentro de una semana?».

«Muchas gracias por contármelo/por tu sinceridad/por tener el valor de hablarme de tu situación. Debe haber sido muy difícil para ti».

«Hablaré con tu madre, como hemos acordado. Y tú y yo estaremos en contacto».

«Seguiré pensando en qué hacer respecto a lo que me cuentas y lo hablaré con la Sra. Meyer. Hablamos pronto».

Consejos para situaciones difíciles

Silencio

  • Entiende que la/el menor no pueda o no quiera hablar sobre la situación.
  • Es bueno que sepan que no pasa nada si hay momentos de silencio en la conversación.

Conflicto de lealtades

  • Respeta las lealtades de la/el menor.
  • Al hablar de las conductas violentas, posiciónate en contra de estas.
  • Al mismo tiempo, respeta a las partes involucradas.

Secretismo

  • Nunca trates la situación con «secretismo».
  • Recuerda: ¡esto es una cuestión de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia!
  • Habla de los siguientes pasos a seguir con la/el menor.
Hablar con sus progenitores

Preparación

Actitud que ayuda en la conversación

  • Muestra agradecimiento. Evita los reproches y acusaciones.
  • Analiza de forma crítica tus propias vivencias y actitudes personales hacia la violencia doméstica y de género.
  • Cuestiona tu propia actitud hacia la familia.
    • «¿Estoy proyectando enfado hacia sus padres?». «¿Qué me lleva a eso?».
    • «¿Me interesa lo que tienen que decir sobre la situación o no?».
    • «¿Tengo la sensibilidad suficiente hacia sus miedos y puedo entender por qué pueden no querer hablar de la situación?».
  • El foco de la conversación es la preocupación respecto a la/el menor.
  • Empieza la conversación informándoles sobre los recursos para la/el menor (y para sus progenitores, de haberlos). El foco de la conversación no debería ser qué ha pasado con exactitud, sino qué se puede hacer de ahora en adelante.

Preparación previa a la tutoría

  • Si sospechas de violencia doméstica y de género en la familia, cita solo a la persona que piensas que es la víctima.
  • Recoge y documenta lo que tú y el resto del profesorado habéis observado.
  • Intercambia información con docentes que den clase a la/el menor.
  • Si es necesario, busca el asesoramiento de una organización especializada.
  • Ten a mano material informativo como panfletos y contactos.
  • Piensa en cómo lidiar con el miedo a que la situación empeore para la/el menor si hablas con ella o él.
  • Si es necesario, informa a la administración del centro para tener respaldo de cara al futuro.
  • Cuando pidas la tutoría, indica que el objetivo es hablar sobre el rendimiento escolar de la/el menor.
  • Piensa en qué harás en caso de que la tutoría se cancele.
  • Ponte en la piel de los progenitores: ¿qué perspectiva tienen de la situación?
  • Plantea tus propias sugerencias para resolver el problema y ten en cuenta los deseos de la/el menor. Asimismo, infórmate sobre los servicios de apoyo disponibles.

Fase 1: Iniciar la conversación

  • Cuéntales el motivo y objetivo de la tutoría.
  • Establece el tiempo que va a durar la tutoría.

Ejemplos

«Les he citado para hablarles de su hija. Queremos que esté bien y que le vaya bien en los estudios. Quiero que trabajemos juntos y pensemos cómo podemos asegurarnos de que esto sea así».

Fase 2: Aclara la situación

  • Piensa en qué palabras usar para empezar la conversación.
  • No empieces hablando de responsabilidad. Desde su punto de vista, podría ser una acusación para hacerles sentir culpables.
  • Aclara que sientes preocupación por su hija/o, no te centres en cuestionar qué pueden estar haciendo mal.
    • «¿Alguna vez les ha preocupado que…?».
    • «A veces parece estar decaída/o y no sabemos por qué».

Ejemplo

«Desde hace un par de meses, he observado que su hija ha cambiado: falta a clase, parece distraída y ha bajado la nota en los últimos exámenes. ¿Saben a qué puede deberse esto?».

  • Piensa y habla de los posibles miedos que puedan tener y argumenta siempre con hechos, teniendo presente el bienestar de la/el menor sin tabúes.
  • Comenta las posibles dificultades.
    • «Entiendo por qué puede ser una conversación difícil para ustedes».
    • «Nos hemos percatado de que su hija/o presenta lesiones, Nos preocupa que esto esté sucediendo».
    • «Veo que tiene una lesión, me preocupa su bienestar y el de su hija/o».
  • Plantea diferentes opciones e infórmales de que, si consideras que la/el menor está en riesgo, tendrás que dar cuenta a los Servicios Sociales.
  • Intenta no infundirles miedo sobre esto y céntrate en cómo puedes ayudarles.

Ejemplos

«Entiendo por qué puede ser una conversación difícil para ustedes. Sé que a muchas personas no les gusta hablar sobre cuestiones familiares… Admito que para mí tampoco es fácil hablar de ello».

«Es una conversación complicada… Aún no saben qué haré si me cuentan que están teniendo problemas en casa,  pero les aseguro que hablaré antes con ustedes».

  • Si sospechas que es un caso de violencia doméstica y de género, evita usar la palabra «violencia».

Ejemplos

«Hay alumnas y alumnos que tienen un bajo rendimiento académico porque están pasando por una situación especial en casa. ¿Es el caso? ¿Es posible que su hija esté preocupada por ustedes?».

«Puede ser que me equivoque, pero quería preguntarle: ¿es posible que su pareja le esté presionando? ¿Es el caso?».

  • Es normal que al principio reaccionen de forma defensiva.
  • Deja las suposiciones y juicios personales de lado durante la conversación.
  • Es importante mantener una escucha activa y que la conversación no sea unilateral.

Ejemplos

«Como docentes, asumimos que lo que nos cuenta su hija/o es verdad. Sin embargo, no estamos aquí para verificar qué ha pasado exactamente, sino qué podemos hacer para que su hija/o se encuentre mejor. ¿Qué piensan?».

«Estamos en la obligación de intervenir. Queremos asegurarnos que su hija/o crezca en un entorno sano. ¿Cómo podemos hacerlo?».

«El objetivo de la conversación es ayudar a su familia a estar mejor. En ocasiones, hay situaciones en las que no se reacciona de la manera más adecuada. El siguiente paso es ver cómo cambiar esto».

«El objetivo de la tutoría es ayudar a su hija/o a que esté mejor. Queremos ver cómo podemos ayudarles».

Fase 3: Busca soluciones

  • Piensa en qué pasos seguir tras la tutoría.
  • Plantéales tus ideas.

Fase 4: Acuerdo

  • Si piensas que se está llegando a un punto en el que no puedes continuar la conversación, propón agendar una tutoría para otro día.
    • Eso les dará tiempo para reflexionar sobre lo que habéis hablado.
    • Cada tutoría debería terminar con un acuerdo mutuo para poner punto y seguido a la conversación.
    • Si sospechas que existe violencia en el hogar, debes dejar claro que quieres ofrecerles tu ayuda y apoyo, especialmente para la/el menor. Asimismo, explícales que siempre hay una forma de salir de esa situación y que hay opciones de ayuda a su disposición.
  • Dejad por escrito todo lo que acordéis.
  • Si se requiere, agendad una tutoría para seguimiento.
  • Traza un plan de acción que sea realista y acorde con la situación.

¿En qué casos no debes concertar una tutoría, sino avisar a los Servicios Sociales directamente?

  • Sospecha de abuso sexual.
  • Situación grave de peligro.
Asesoramiento profesional

En caso de sospecha de violencia doméstica y de género, puedes ponerte en contacto con centros de asesoramiento, organismos de juventud, los Servicios Sociales y otros equipos profesionales especializados. Si hay certeza de que es una situación inminente de riesgo para la/el menor, tienes el deber de protegerla/o y dar cuenta a los Servicios Sociales tras hablarlo con el director/a del centro. Los sistemas locales y regionales de apoyo protegen a las y los menores de la violencia y el abandono.  El compromiso institucional se consigue a través del trabajo coordinado y constante de profesionales de, entre otros, organizaciones de juventud, centros educativos, la policía, el ámbito sanitario y el sistema judicial.


Sources

  1. The Royal Australian College of General Practitioners (RACGP). Program material. www.racgp.org.au/familyviolence/resources.htm  ↩︎
  2. Coalition Ending Gender-Based Violence (2016). Working together for gender equity and social justice in King County,
    Screening for Domestic Violence
    . www.endgv.org/wp-content/uploads/2016/05/Screening-for-Domestic-Violence-00000002.pdf ↩︎
  3. Coalition Ending Gender-Based Violence (2016). Working together for gender equity and social justice in King County,
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    . www.endgv.org/wp-content/uploads/2016/05/Screening-for-Domestic-Violence-00000002.pdf ↩︎
  4. Rhodes, K. V., Frankel, R. M., Levinthal, N., Prenoveau, E., Bailey, J., Levinson, W. (2007). „You’re not a victim of domestic violence, are you?” Provider patient communication about domestic violence. Ann Intern Med., 147(9), 620-7. doi: 10.7326/0003-4819-147-9-200711060-0000 ↩︎
  5. Ashur, M. L. (1993). Asking about domestic violence: SAFE questions. JAMA, 269(18), 2367. ↩︎
  6. Ashur, M. L. (1993). Asking about domestic violence: SAFE questions. JAMA, 269(18), 2367. ↩︎
  7. Coalition Ending Gender-Based Violence (2016). Working together for gender equity and social justice in King County.
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  8. Coalition Ending Gender-Based Violence (2016). Working together for gender equity and social justice in King County.
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  9. Coalition Ending Gender-Based Violence (2016). Working together for gender equity and social justice in King County.
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  10. Coalition Ending Gender-Based Violence (2016). Working together for gender equity and social justice in King County.
    www.endgv.org/wp-content/uploads/2016/05/Screening-for-Domestic-Violence-00000002.pdf ↩︎
  11. Ashur, M. L. (1993). Asking about domestic violence: SAFE questions. JAMA, 269(18), 2367. ↩︎
  12. Ashur, M. L. (1993). Asking about domestic violence: SAFE questions. JAMA, 269(18), 2367. ↩︎
  13. Rhodes, K. V., Frankel, R. M., Levinthal, N., Prenoveau, E., Bailey, J., Levinson, W. (2007). „You’re not a victim of domestic violence, are you?” Provider patient communication about domestic violence. Ann Intern Med., 147(9), 620-7. doi: 10.7326/0003-4819-147-9-200711060-0000 ↩︎
  14. Thackeray, J., Livingston, N., Ragavan, M. I., Schaechter, J., Sigel, E., Council on Child Abuse and Neglect, & Council on Injury, Violence, and Poison Prevention (2023). Intimate Partner Violence: Role of the Pediatrician. Pediatrics, 152(1). doi.org/10.1542/peds.2023-062509  ↩︎
  15. Safe + Equal. Identifying family violence. www.safeandequal.org.au/working-in-family-violence/identifying-family-violence/ ↩︎
  16. World Health Organization (2014). Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual violence. A clinical handbook. www.apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/136101/WHO_RHR_14.26_eng.pdf;jsessionid=2BA58E813B52A1105271DB988D1AAC88?sequence=1 ↩︎
  17. World Health Organization (2014). Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual violence. A clinical handbook. www.apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/136101/WHO_RHR_14.26_eng.pdf;jsessionid=2BA58E813B52A1105271DB988D1AAC88?sequence=1 ↩︎
  18. World Health Organization (2014). Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual violence. A clinical handbook. www.apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/136101/WHO_RHR_14.26_eng.pdf;jsessionid=2BA58E813B52A1105271DB988D1AAC88?sequence=1 ↩︎
  19. World Health Organization (2014). Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual violence. A clinical handbookwww.apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/136101/WHO_RHR_14.26_eng.pdf;jsessionid=2BA58E813B52A1105271DB988D1AAC88?sequence=1 ↩︎
  20. Nadia, E. (22/04/2020). This Secret Signal Could Help Women in Lockdown with Their Abusers. www.refinery29.com/en-ca/2020/04/9699234/domestic-violence-quarantine-coronavirus-signal-help ↩︎