Módulo 4: Servicios de apoyo del sector social

Las niñas/los niños y adolescentes también pueden vivir crisis. Con frecuencia, sus reacciones ante estas experiencias conllevan conductas regresivas previamente superadas. Por ejemplo, pueden volver a chuparse el dedo, mojar la cama o buscar consuelo durmiendo con sus padres y madres. Del mismo modo, las/los adolescentes pueden reaccionar cambiando su comportamiento, por ejemplo, volviéndose introvertidas/os o aislándose, o pueden desarrollar un comportamiento impulsivo o agresivo, ya sea dirigido hacia sí mismas/os o hacia otras personas.

Si bien los cambios de conducta pueden tener origen en causas variadas, es importante tomar medidas si se sospecha que hay violencia doméstica y de género. Podrás obtener más información sobre los indicadores frecuentes en niñas/os y adolescentes en el Módulo 2.

• Los centros de crisis ofrecen apoyo a las personas que están teniendo problemas agudos de salud mental. Si bien suelen proporcionar asistencia a corto plazo, pueden ofrecer apoyo a largo plazo en casos excepcionales. Los servicios se pueden proporcionar de forma ambulatoria o a través de equipos móviles de crisis que visitan a los/las afectados/as en sus hogares.
• Los servicios psiquiátricos de las autoridades sanitarias proporcionan consejos y apoyo a las personas que se enfrentan a problemas mentales y sociales. Ofrecen apoyo de fácil acceso, incluida la intervención en crisis. Pueden evaluar la situación, proporcionar ayuda in situ e iniciar nuevas medidas.

• Las líneas de atención telefónica pueden proporcionar apoyo accesible para adultos, así como para niños/as y adolescentes.
• Vinculan los servicios de información, asesoramiento y apoyo para las víctimas de violencia doméstica y de género.
• Pueden operar por separado, pero a la vez al lado de las fuerzas del orden y otras líneas de atención de emergencia.

Los servicios virtuales ofrecen una amplia gama de opciones para quienes los necesitan, tanto para la comunicación como para la difusión de información.

Servicios virtuales de comunicación:

• A muchas personas les resulta más fácil escribir sobre su situación en lugar de hablar de ella en persona.
• Existen numerosos servicios virtuales de comunicación disponibles para las personas en crisis, por ejemplo, los servicios de apoyo por correo electrónico y WhatsApp. Estas plataformas permiten un apoyo inmediato y accesible.
• Además, muchos centros locales de atención y asesoramiento ofrecen orientación  virtual confidencial, especialmente para las víctimas de violencia doméstica y de género. Esto incluye apoyo a través de chatbots, correos electrónicos y servicios de chat en vivo.

Proveedores de información virtual:

• Además de los servicios locales, hay muchos proveedores de información virtuales que ofrecen recursos amplios. Estos incluyen páginas web de ministerios gubernamentales y otras organizaciones nacionales.
• Dichos sitios web brindan información y pautas valiosas sobre diversos temas, incluida la gestión de crisis, el apoyo a la violencia doméstica y más. Estos recursos suelen ser accesibles a un público más amplio, no limitado por la localidad.

• Los servicios psicosociales y los centros de atención y asesoramiento ofrecen intervención y apoyo en situaciones de crisis.
• Sus páginas web o líneas de atención telefónicas pueden proporcionar información sobre sus servicios y áreas de especialización, incluido el apoyo especializado a las víctimas de violencia doméstica y de género.

• Los/las especialistas en psiquiatría y psicoterapia ofrecen apoyo durante el horario de oficina. Dan consejos, medicación si es necesario, y proporcionan tratamiento agudo.
• Los médicos de familia, las/los enfermeras/os y las matronas son un importante punto de contacto inicial para muchas víctimas de la violencia doméstica y de género, ya que ofrecen orientación sobre las pautas a seguir. También desempeñan un papel crucial en la derivación de las víctimas a los centros de protección contra la violencia y en garantizar una documentación médica exhaustiva, lo que es esencial para proveer pruebas suficientes en los procedimientos judiciales.

Varias clínicas ambulatorias, incluidas las clínicas ambulatorias de trauma, protección contra la violencia, protección infantil y psiquiátricas, ofrecen apoyo inmediato en caso de emergencia:

• Las clínicas ambulatorias de traumatología ofrecen principalmente apoyo psicoterapéutico para personas traumatizadas. Hay clínicas ambulatorias de trauma para adultos, así como para niños/as y adolescentes.
• Las clínicas ambulatorias de protección contra la violencia ofrecen a las víctimas de violencia la oportunidad de que un/a especialista en medicina forense examine y documente sus lesiones. Esto se puede hacer sin que el delito haya sido denunciado a la policía.
• Las clínicas ambulatorias de protección de la infancia investigan los casos agudos y crónicos de violencia física o psicológica, abandono y violencia sexual contra los niños/as e inician la prestación de ayuda adicional cuando es necesario.
• Las clínicas psiquiátricas ambulatorias y las clínicas ambulatorias de psiquiatría infantil y adolescente forman parte del hospital psiquiátrico local y entran en juego cuando no se dispone de otro tratamiento psiquiátrico o psicoterapéutico.

• Las casas de acogida proporcionan asilo a las víctimas de violencia doméstica y de género, especialmente si existe un riesgo agudo de violencia.
• Hay casas de acogida para mujeres, niñas y niños. Algunas casas de acogida también están abiertas a personas no binarias y transgénero.
• Por lo general, la dirección de la casa no se conoce públicamente. Sin embargo, es posible que esto no se aplique a todos los países.
• Las y los profesionales pueden llamar a las instalaciones a cualquier hora del día o de la noche y pedir asilo. Algunas regiones tienen oficinas que coordinan las plazas en las casas de acogida de esa región.
• Las casas de acogida son un lugar seguro para que las víctimas encuentren estabilidad, donde pueden tomarse su tiempo para considerar qué hacer a continuación.

• <<Trauma>> es una palabra griega antigua que significa herida o lesión. En psicología, el trauma se refiere a una herida psicológica grave.
• El trauma a menudo surge de experiencias en las que una persona está sometida a amenazas e indefensión significativas. Observar dichas amenazas también puede ser traumático.
• Cuando los/as niños/as están expuestos/as a amenazas tan significativas y experimentan un trauma, coloquialmente se le conoce como trauma infantil. Si esto interrumpe el desarrollo de un/a niño/a, puede denominarse trauma del desarrollo. Cuando la amenaza proviene de una persona cercana,también puede darse trauma de apego.
• Especialmente en casos de amenazas graves, prolongadas o repetitivas, aumenta la probabilidad de que las personas desarrollen trastornos relacionados con el trauma.
• El trauma también puede afectar a la siguiente generación, lo que se conoce como transmisión transgeneracional. Se cree que el trauma no es simplemente heredado, sino que los padres  y madres traumatizados/as pueden interactuar de manera diferente con sus hijos/as en algunos aspectos que los padres y madres no-traumatizados/as.

• Las personas que han estado expuestas a amenazas graves a menudo tienen dificultades para procesar sus experiencias. Esto puede llevar a un sufrimiento psicológico o físico inmediato o incluso años más tarde como resultado de las experiencias. Los síntomas del trauma pueden ser diversos, pero se dan a menudo ciertos síntomas característicos conjuntamente. En tales casos, las y los médicas/os o psicoterapeutas pueden diagnosticar un trastorno relacionado con el trauma.
• Las víctimas de violencia doméstica pueden desarrollar una afección conocida como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) como un trastorno relacionado con el trauma psicológico. En casos graves de experiencias traumáticas, los trastornos relacionados con el trauma también pueden conducir a un trastorno disociativo.
• También hay otros trastornos que pueden resultar de vivir un trauma, como el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos alimentarios, los trastornos de ansiedad, la depresión o la dependencia del alcohol. Los trastornos de dolor o los problemas sexuales también pueden ser el resultado de un trauma.
• A veces, los síntomas de la vivencia de trauma son menos visibles y el sufrimiento de las víctimas se manifiesta sutilmente, por ejemplo, en forma de retraimiento o poca confianza en sí mismas. Estos efectos menos perceptibles no disminuyen la gravedad del trauma. Las consecuencias de las experiencias también pueden manifestarse en que las personas tengan dificultades para mantener relaciones sanas, o que no puedan alcanzar su máximo potencial en la educación o el trabajo.

• El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un trastorno relacionado con el trauma que puede desarrollarse cuando alguien ha estado expuesto a una amenaza extrema. Las características típicas del trastorno de estrés postraumático incluyen revivir la amenaza de forma repetida a través de recuerdos o sueños intrusivos, y un aumento del nerviosismo.
• Un trastorno de estrés postraumático complejo puede desarrollarse si alguien ha estado expuesto a eventos amenazantes repetidos o prolongados. Por ejemplo, sufrir violencia doméstica y de género puede provocar traumas y, por lo tanto, TEPT.
• Además de las características típicas del TEPT mencionadas anteriormente, el TEPT complejo también se caracteriza por dificultades en regular las emociones, problemas para interactuar con otras personas y sentimientos de inutilidad.

• Un trastorno disociativo es una posible consecuencia de un trauma.
• El término <<disociación>> proviene del latín, que significa <<separar>> o <<dividir>>. En psicología, se refiere a un estado en el que los pensamientos, sentimientos, recuerdos y acciones se experimentan como desconectados entre sí.
• Muchas personas experimentan formas leves de disociación, como soñar despiertas o sentirse <<fuera>> de sí mismas. Un trastorno disociativo significa que estos síntomas son lo suficientemente graves como para interrumpir la vida diaria.
• Se cree que la disociación protege la psique durante las amenazas graves. Cuando esto sucede, las personas a menudo no pueden recordar la situación amenazante de forma entera, un fenómeno conocido como amnesia disociativa. Por lo tanto, la disociación puede ser un síntoma de trauma.
• En la vida diaria, las disociaciones pueden ocurrir cuando algo inconscientemente le recuerda a una persona la situación amenazante. Esta es una estrategia que el cerebro utiliza para evitar más estrés.
• En los casos más graves, una persona puede desarrollar un trastorno de identidad disociativo (DID, por sus siglas en inglés), en el que surgen múltiples identidades o estados de personalidad como resultado de un trauma extremo y prolongado. Esto suele estar relacionado con la experiencia de formas muy graves de violencia.

• La retraumatización se produce cuando se desencadena un trauma previamente vivido, lo que hace que la víctima vuelva a experimentar sentimientos de amenaza e impotencia. Esto puede suceder en la vida cotidiana, por ejemplo, cuando alguien escucha o ve algo que le recuerda la situación amenazante del pasado.
• La retraumatización también puede ocurrir durante las investigaciones o en un juicio legal cuando se recuerda a la víctima el evento traumático.
• La retraumatización también puede ocurrir en psicoterapia. Abordar el evento traumático puede ser muy beneficioso, pero el momento y el proceso deben planificarse cuidadosamente.

• Existen métodos de tratamiento específicos para la terapia cuando se presenta un trastorno relacionado con el trauma. Estos métodos de tratamiento se centran en el procesamiento de la memoria del evento traumático. A esto se le llama <<procesamiento del trauma>>. Cuando estos métodos de tratamiento se utilizan para hacer frente a eventos traumáticos, la psicoterapia se conoce coloquialmente como <<terapia de trauma>>.
• La terapia de trauma generalmente cuenta con que no hay amenazas actuales, por ejemplo, el contacto continuo con los perpetradores. Si todavía hay amenazas en el presente, la psicoterapia sin métodos de tratamiento centrados en el trauma puede ser muy útil.
• En general, el tratamiento de un trastorno de estrés postraumático (TEPT) o un trastorno disociativo debe ser gestionado por psicoterapeutas o psiquiatras. Estos/as profesionales crean un plan de tratamiento individual y apoyan a las víctimas en procesar sus experiencias, incluido el reconocimiento de las señales tempranas de alerta y la práctica de estrategias para volver al presente.

• En las etapas iniciales, las personas asesoras deben hablar de la situación con la persona que busca atención y asesoramiento, permitiéndole expresar sus sentimientos y articular sus desafíos.
• En conjunto, deben explorar las opciones disponibles y planificar los próximos pasos, empoderando a las víctimas para que tomen decisiones informadas. Esto puede incluir decidir si se necesita más apoyo y la identificación de recursos apropiados.
• Además, los centros de atención y asesoramiento suelen tener amplias redes dentro de la región y pueden facilitar las conexiones con profesionales de la medicina, la psicología o el derecho, según sea necesario.

• Para aquellas personas con sospechas, las personas asesoras deben ofrecer orientación sobre los próximos pasos apropiados.
• Deben ayudar a contactarse con las autoridades públicas e incluso pueden acompañar a las personas a las reuniones. Esto es particularmente útil cuando las personas necesitan interactuar con entidades como el servicio institucional responsable de la atención a jóvenes o la policía.
• Para obtener apoyo inmediato, las personas pueden comunicarse con líneas de atención telefónica especializadas.

Muchos centros de atención y asesoramiento se adaptan a las necesidades de mujeres u hombres, niñas o niños que han sufrido violencia doméstica y de género. Estos servicios suelen incluir a personas transgénero y no binarias. Además, hay centros de atención y asesoramiento para todos y todas, independientemente de su edad o sexo.

Algunos centros se especializan en prestar apoyo a las víctimas migrantes y refugiadas. Estos centros suelen tener acceso a intérpretes y pueden ofrecer servicios en varios idiomas.

Algunos servicios están diseñados para responder a las necesidades de las víctimas con diversidad funcional física o cognitiva, como dificultades de aprendizaje. Estos centros tienen en cuenta las circunstancias vitales únicas de las personas con diversidad funcional, proporcionando instalaciones accesibles para sillas de ruedas y ofreciendo apoyo en un lenguaje o lengua de signos fácilmente comprensible. También se ofrecen servicios de asesoramiento entre pares, que permiten a las víctimas con diversidad funcional apoyarse mutuamente y compartir experiencias.

Muchos centros operan dentro de zonas de captación regionales específicas, ofreciendo servicios a las personas residentes de ciudades o distritos particulares en función de sus acuerdos de financiación. Visitar el sitio web de un centro o ponerse en contacto directamente con él puede aclarar si hay posibilidad de recibir apoyo dentro de la propia localidad. Muchos centros están dispuestos a encontrar soluciones para las víctimas que puede que no tengan una alternativa adecuada cerca.

Los centros de atención y asesoramiento suelen ser recursos valiosos donde buscar información sobre la violencia doméstica y de género. Los centros de atención y asesoramiento especializados, en particular, ofrecen una amplia gama de información sobre esta cuestión. Ofrecen consejos útiles sobre cómo proteger a las y los menores y dan orientación sobre los pasos a seguir si hay sospechas de violencia doméstica y de género.

Además, muchos centros de atención y asesoramiento organizan talleres de formación que abordan la violencia doméstica y de género en concreto. Estas sesiones son particularmente relevantes para las instituciones que trabajan en estrecha colaboración con menores. Su objetivo es dotar a los/las profesionales de los conocimientos y las habilidades necesarias para reconocer la violencia doméstica y de género y garantizar la seguridad de las personas vulnerables.

Los centros de atención y asesoramiento especializados suelen emplear a profesionales con conocimientos de psicoterapia que pueden prestar apoyo psicológico. Estos servicios suelen ser gratuitos y pueden ser más accesibles que la psicoterapia, especialmente durante el período de espera para las sesiones de terapia con un/a terapeuta externo/a. Las víctimas pueden acceder a la psicoterapia a través de estos centros, o a veces las sesiones de atención y asesoramiento son suficientes.

Los centros de atención y asesoramiento trabajan de forma confidencial y, por lo general, también de forma anónima, si es necesario. Además, no están obligados a comunicar información a los organismos encargados de hacer cumplir la ley ni al servicio institucional responsable de la atención a jóvenes. Esto significa que las víctimas pueden hablar libremente sobre cualquier inquietud o problema sin temor a la denuncia obligatoria. Sin embargo, es posible que esto no se aplique a todos los servicios de atención y asesoramiento en Europa. Si las víctimas comparten información sobre un riesgo grave para el bienestar de un niño o niña, las personas asesoras deben colaborar con ellas para determinar las medidas necesarias para garantizar la seguridad del niño o niña.

Ana, una mujer de 34 años y madre de dos niños pequeños, había estado sufriendo violencia de género por parte de su esposo, Sebastián, durante los últimos cuatro años. El abuso ha escalado gradualmente de la violencia psicológica a la física. Su dependencia económica de Sebastián, combinada con su temor por la seguridad de sus hijos y la falta de apoyo de su familia cercana, hizo que fuera extremadamente difícil para ella salir de la situación abusiva.

Un punto de inflexión se produjo cuando un vecino preocupado, alarmado por los frecuentes disturbios y los signos visibles de abuso, ayudó a Ana a ponerse en contacto con un centro de atención y asesoramiento local. Catalina, una trabajadora social del centro de atención y asesoramiento local, organizó una reunión con Ana. Durante su conversación, Ana desveló el alcance del abuso que había sufrido, incluidas lesiones físicas, amenazas y manipulación psicológica. Catalina notó el miedo exacerbado de Ana, lo que indica que ella y sus hijos podrían estar en peligro.

Evaluó minuciosamente la situación de Ana y descubrió que desconocía sus derechos legales y los recursos de que disponía. Catalina dio prioridad al desarrollo de un plan de seguridad, que incluía proporcionar a Ana números de contacto de emergencia, organizar un alojamiento temporal para Ana y sus hijos en una casa de acogida local para mujeres e informar a Ana sobre sus opciones legales.

Durante las semanas siguientes, Catalina dio apoyo continuo a Ana a través de comunicaciones periódicas y coordinación con la casa de acogida local para mujeres. Ana y sus hijos recibieron asesoramiento para ayudarles a procesar sus experiencias.

Tareas para la reflexión

1) ¿Cuáles son los factores clave que contribuyeron a que Ana se sintiera atrapada en su relación abusiva? ¿Cómo podría Catalina abordarlos en su intervención?
2) ¿Qué importancia tiene la confianza mutua entre una trabajadora social y una víctima de violencia de género? ¿Qué estrategias podría usar Catalina para construir esta confianza con Anna?

Los psicoterapeutas suelen especializarse en un método específico. Entre ellos se encuentran:

• La terapia conductual se centra en cambiar los comportamientos negativos y los patrones de pensamiento.
• La psicoterapia basada en la psicología profunda explora los procesos psicológicos subyacentes.
• La psicoterapia analítica supone la exploración en profundidad de experiencias pasadas y procesos inconscientes.
• La terapia sistémica para adultos analiza los problemas individuales dentro del contexto de las relaciones y los sistemas.

Estas terapias se pueden llevar a cabo en entornos individuales o grupales.

Los métodos terapéuticos específicos para pacientes con traumatismos incluyen la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma o la desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR). EMDR apoya el procesamiento de experiencias traumáticas a través de movimientos oculares guiados. Otros tipos de terapia incluyen la psicoterapia conversacional, la terapia Gestalt y la terapia orientada al cuerpo.

Las personas que han experimentado violencia doméstica, ya sea recientemente o en el pasado, o las personas cercanas a una persona afectada, pueden presentar síntomas que la psicoterapia es capaz de abordar. La terapia puede ayudar a procesar el trauma inmediatamente después de un evento o incluso años después. Puede ser beneficioso para aquellas personas que experimentan problemas para dormir, analepsis o flashback (revivir vívidamente eventos traumáticos), dificultad en gestionar las tareas diarias o desafíos en el trabajo. La psicoterapia puede ser una opción adecuada cuando las relaciones cercanas están en conflicto y hay presente una sensación de miedo y ansiedad.

Los niños, niñas y adolescentes a menudo responden a la violencia doméstica de maneras diversas y únicas. Los/las niños/as pequeños/as pueden retroceder en su comportamiento, por ejemplo, chuparse el dedo, mojar la cama o necesitar dormir con sus padres y madres. Pueden mostrar un apego extremo a sus padres  y madres o expresar angustia psicológica a través de síntomas físicos como dolores de estómago y dolores de cabeza. Los cambios de humor, el retraimiento de las interacciones sociales, la irritabilidad y las rabietas son respuestas comunes. Las situaciones que antes eran manejables pueden convertirse en fuentes de ansiedad y agobio, lo que lleva a una disminución notable en el rendimiento escolar o, en ocasiones, a mejoras inesperadas. Algunos/as adolescentes pueden autolesionarse para hacer frente al estrés interno intenso.

Estos síntomas no son causados exclusivamente por experiencias de violencia doméstica y pueden tener otros orígenes. Sin embargo, la psicoterapia puede ser muy beneficiosa cuando los/las niños/as o adolescentes se pelean con la angustia, la dificultad en las interacciones diarias, los desafíos escolares u otros aspectos de sus vidas.

Antes de comenzar la terapia, las personas se someten a sesiones de consulta iniciales. Estas sesiones pueden tener lugar en la misma consulta o en otras diferentes. Su propósito es evaluar si la terapia es adecuada para la persona que busca apoyo. Durante estas sesiones, los/las pacientes hablan sobre sus síntomas psicológicos y cómo afectan su vida diaria. El/la psicoterapeuta ofrece información sobre varios métodos de terapia y opciones de tratamiento, abordando cualquier pregunta o inquietud.

Es posible que la terapia no siempre comience inmediatamente después de la consulta inicial. Sin embargo, los/las pacientes pueden aprovechar esta oportunidad para explorar si la terapia es apropiada para ellos/as y determinar el enfoque adecuado.

Al final de la sesión, los/las pacientes reciben recomendaciones por escrito que describen el tipo de asistencia recomendada, como psicoterapia, tratamiento hospitalario, atención y asesoramiento psicológico o legal o participación en un grupo de autoayuda.

Cuando un/a paciente se enfrenta a una crisis grave, su psicoterapeuta puede ofrecer citas adicionales inmediatas o hacer una derivación después de la consulta inicial. Esta intervención se conoce como tratamiento agudo y tiene como objetivo ayudar a las personas a superar las crisis psicológicas agudas. Durante estas sesiones, el/la terapeuta habla con el/la paciente sobre los próximos pasos, considerando opciones como la psicoterapia ambulatoria o hospitalaria (parcial).

Después de la consulta inicial, los/las pacientes que deciden continuar con la psicoterapia asisten a las sesiones de prueba.

El objetivo principal de estas sesiones de prueba es para que tanto el/la paciente como el/la terapeuta establezcan confianza mutua, ya que es importante para el éxito de la terapia. Los/las pacientes deben prestar mucha atención a sus sentimientos durante estas sesiones y hacer cualquier pregunta que puedan tener. Deben evaluar si se sienten bien apoyados/as y cómodos/as compartiendo sus pensamientos e inquietudes. Si no es así, tienen la opción de explorar otras prácticas en las que se sientan más cómodos/as.

Al mismo tiempo, estas sesiones permiten al terapeuta evaluar las necesidades del/la paciente y desarrollar un plan de tratamiento personalizado.

La terapia a corto plazo suele comprender dos fases. Si la fase inicial resulta insuficiente, los/las pacientes tienen la opción de solicitar una prórroga para sesiones adicionales. Además, si es necesario, la terapia a corto plazo puede pasar sin problemas a la terapia a largo plazo.

La terapia a largo plazo, por otro lado, varía en duración de forma significativa, dependiendo del enfoque terapéutico. En casos agudos, se pueden justificar y solicitar horas adicionales de terapia.

Las víctimas de violencia doméstica a menudo tienen muchas preguntas en torno a la ley. Los/las profesionales sociales pueden proporcionarles información y mostrarles dónde pueden encontrar apoyo.

Durante una sesión de atención y asesoramiento, los/las profesionales sociales pueden hablar sobre:

El tratamiento semi-residencial y de atención diurna supone pasar el día en una clínica y regresar a casa por la noche. Esta opción brinda una atención integral durante el día al tiempo que permite a los/las pacientes mantener conexiones con su entorno familiar. Puede facilitar una transición más suave de regreso a la vida cotidiana después del tratamiento.

En el derecho penal, el estado, representado por la policía y el ministerio público, lleva a cabo una investigación judicial contra una persona agresora. Si hay pruebas suficientes de que se cometió un delito, la fiscalía presenta cargos y el tribunal condena a la persona agresora. El objetivo principal del derecho penal es exigir responsabilidades a los/las culpables e impartir justicia en nombre de la sociedad. Además, los procesos penales a menudo dan lugar a medidas de protección y reconocimiento institucional de la violencia, que muchas víctimas identifican como sus principales razones para comprometerse con el sistema de justicia penal. En estos procedimientos, la víctima interviene principalmente en función de testigo.

Los procedimientos penales pueden ser complejos y llevar mucho tiempo; a menudo abarcan varios meses o incluso años desde el momento en que se denuncia un delito. Esta duración puede ser aún mayor en los casos que involucran delitos cometidos hace mucho tiempo o aquellos con numerosos testigos.

In civil law, the injured party can take action against the defendant themselves. The objective here is to enforce claims against someone, such as civil law protection orders, omission or elimination of harmful behaviour, damages or compensation for pain and suffering. The victim, instead of being a witness, is one of the parties in the trial. This means that they have the right to take action directly against the defendant, typically with the help of legal representation like a lawyer. For victims of domestic violence, legal proceedings or extensive applications are often an additional burden. Social workers should offer support or refer them to specialised advice centres or lawyers.

En muchos países europeos, las víctimas de violencia doméstica y de género pueden recibir prestaciones estatales si su salud se ha visto afectada de forma negativa. Esto puede incluir los costos de las terapias, los viajes para las citas médicas y las ayudas necesarias. El alcance de las prestaciones a las que tienen derecho las víctimas está regulado por la ley y depende en gran medida de la gravedad y la duración de sus problemas de salud.

Los posibles beneficios pueden incluir:

• Tratamientos médicos y correctivos, incluida la psicoterapia
• Prestaciones de pensión, en función de la gravedad del impacto en la salud y los ingresos
• Prestaciones sociales, por ejemplo, para la participación en la vida laboral, el cuidado, el mantenimiento del hogar y las prestaciones para ayudar con los gastos de manutención
• Programas de rehabilitación, como estancias en un balneario.

Las víctimas de violencia doméstica pueden tener derecho a una pensión con capacidad de ganancia reducida si sus problemas de salud les impiden trabajar. Esto incluye los problemas de salud resultantes de la violencia física. El derecho a esta pensión depende del grado en que su capacidad de trabajo se vea afectada.

En muchos países europeos, las víctimas de delitos pueden recibir apoyo económico de fundaciones u organizaciones de asistencia a las víctimas.

La autoayuda significa <<ayudarse a sí mismo/a>>, a menudo compartiendo consejos prácticos para la vida diaria. Los grupos de autoayuda permiten a los/las participantes conectarse con otras personas que han tenido experiencias similares o que actualmente se enfrentan con desafíos similares. Muchas víctimas de violencia doméstica descubren que, dentro del grupo, no están solas en sus experiencias y que las demás realmente las entienden. Hablar de sus situaciones con sus compañeras les ayuda a ver cómo las demás gestionan tensiones y desafíos similares.

En los grupos de autoayuda, la atención se centra a menudo en el estrés resultante de las experiencias traumáticas en lugar de los eventos traumáticos en sí. Algunos grupos pueden incluso tener pautas que desaniman las discusiones detalladas de experiencias violentas para evitar desencadenar a otras participantes.

Si bien los grupos de autoayuda ofrecen un apoyo significativo, no sustituyen el counselling o la terapia profesional.

Las personas participantes en los grupos de autoayuda se reúnen periódicamente, y la asistencia es siempre voluntaria y generalmente gratuita. Sin embargo, puede haber algún coste si el grupo necesita alquilar una sala para sus reuniones.

Una regla importante se aplica a todos los grupos: lo que se habla en el grupo permanece confidencial y no debe compartirse fuera del grupo.

A los grupos de autoayuda se puede asistir de forma aparte o junto con la terapia, y existen varios formatos. Algunos grupos tienen una persona que modera, mientras que otros no. Esta persona que modera puede ser una víctima o un/a profesional que no se haya visto afectado por la violencia doméstica y de género. La dinámica de grupo puede variar según el formato, por lo que es importante comprender cómo funciona el grupo y si su enfoque se alinea con las necesidades de la víctima.

No todo el mundo encontrará un grupo apropiado de inmediato. Algunas víctimas optan por iniciar sus propios grupos de autoayuda, creando un entorno de apoyo para ellas y para las demás.

Los centros de atención y asesoramiento general y especializados pueden ayudar a las víctimas de la violencia doméstica y de género a encontrar un grupo de autoayuda adecuado, ofreciéndoles información y poniéndolas en contacto con grupos locales.

Si bien no todas las áreas tienen grupos enfocados específicamente en la violencia doméstica y de género, algunos grupos abordan temas relacionados, como el trauma. Es importante indagar sobre el enfoque particular de cada grupo.

Grupos virtuales de autoayuda

A muchas personas les resulta más fácil leer o escribir inicialmente sobre sus experiencias en lugar de hablar cara a cara. Los grupos virtuales de autoayuda están disponibles en cualquier momento y en cualquier lugar, y brindan apoyo constante. Permiten a las víctimas leer sobre las experiencias de otras personas antes de compartir las suyas. En los foros de Internet, las personas participantes hablan sobre sus situaciones y preocupaciones de manera similar a los grupos locales de autoayuda.

Algunos foros de Internet son totalmente públicos, mientras que otros tienen espacios públicos y privados para los/las miembros/as. Las víctimas deben revisar las políticas de privacidad y anonimato del sitio web para asegurarse de que satisfacen sus necesidades.

Cada víctima tiene necesidades y preferencias únicas, lo que significa que no existe una forma predefinida de acercarse a un grupo de autoayuda, ya sea virtual o no virtual.

Para proteger a cada participante en un grupo o foro de Internet, es importante establecer un marco común y reglas transparentes y hablarlas con todas las personas participantes para garantizar una comprensión mutua.

Antes de unirse a un grupo o foro de Internet, las víctimas deben prepararse y considerar estas preguntas:

• Propósito y tema: ¿Cuál es el enfoque del grupo o foro de autoayuda?
• Detalles de la reunión: ¿Con qué frecuencia y dónde se reúne el grupo? ¿La víctima se siente cómoda con el lugar y la frecuencia de las reuniones?
• Moderador/a: ¿Hay un/a moderador/a? Si es así, ¿quién es y cuál es su función?
• Participantes: ¿Quién puede unirse al grupo? ¿Existen criterios específicos?
• Confidencialidad: ¿Cuáles son las reglas de confidencialidad?
• Etiqueta: ¿Cuáles son las expectativas de comportamiento dentro del grupo?
• Contenido de la discusión: ¿Las personas participantes hablan sobre experiencias traumáticas o se enfocan en temas relacionados?
• Gestión de crisis: ¿Cuáles son los protocolos si una persona participante está en crisis durante una sesión?
• Bienestar durante las sesiones: ¿Qué sucede si una persona participante no se siente bien durante una reunión?
• Dinámicas de poder: ¿Cómo se abordan las desigualdades de poder dentro y fuera del grupo?

Después de asistir a la primera reunión, las víctimas deben reflexionar sobre sus sentimientos y experiencias:

• ¿Se sintieron cómodas y apoyadas?
• ¿Sintieron que interactuaban de igual a igual con las demás participantes?
• ¿El ambiente de grupo se sintió bien para ellas?

Si se sintieron positivas acerca de la reunión, es una buena señal. Si no es así, deben recordar que la participación es voluntaria y que no están obligadas a seguir. Está bien cuestionar las reglas del grupo y buscar un entorno en el que se sientan seguras y apoyadas y que se adapte a sus necesidades.

El profesorado está obligado a informar a las familias sobre los indicios de riesgo para el bienestar del niño, niña o joven, siempre que ello no ponga en peligro su protección. Por lo tanto, puede ser necesario buscar personas expertas externas, como personal de orientación escolar, profesionales de la psicología y el trabajo social, para evaluar la situación de riesgo antes de considerar nuevas medidas. Si existe una sospecha fundada de negligencia o maltrato, se debe tomar una decisión en consulta con la dirección de la escuela sobre la posibilidad de presentar una denuncia penal. Sin embargo, en casos concretos, puede tener más sentido involucrar a las autoridades competentes, como el servicio institucional responsable de la atención a los niños, niñas y jóvenes víctimas de la violencia doméstica y de género, y adoptar otras medidas apropiadas para ayudar al alumno o alumna.

No existe una guía estándar sobre la mejor manera de ayudar al alumno o alumna: por ejemplo, se podría involucrar a otros organismos o se podría enviar un informe al servicio institucional responsable de la atención a los niños, niñas y jóvenes víctimas de violencia doméstica. Algunos países tienen el deber obligatorio de ayudar incluido en sus leyes. Algunas escuelas han incluido en sus estatutos o en el programa escolar la obligación de intervenir en caso de indicios de maltrato o descuido infantil.

El hecho de que las familias sean informadas de una sospecha depende en gran medida de cada caso y de las normas pertinentes del país. En principio, las familias tienen derecho a estar informadas, ya que también son responsables de proteger a las niñas y niños del peligro por su propio bien. Si se puede suponer que los progenitores u otros tutores pueden ser los perpetradores o cómplices, no debe comunicarse con los progenitores al principio. En este caso particular, tampoco se informa a las familias de que, por ejemplo, la escuela ha transmitido la sospecha al servicio institucional responsable de la atención a los niños y jóvenes víctimas de violencia doméstica y de género.

Sí. El deber de actuar se deriva directamente del deber de cuidado de la escuela y, por lo tanto, del profesorado. También hay que tener en cuenta que el profesorado y la dirección de la escuela pueden ser procesados/as en virtud del Código Penal si no hacen nada en absoluto a pesar de las señales evidentes de abuso y abandono de un alumno o alumna

El profesorado debe respetar los canales oficiales y, en particular, coordinar todas las acciones externas con la dirección de la escuela. Sin embargo, no es necesario seguir los canales oficiales cuando, por ejemplo, se mantienen conversaciones con las familias o se solicita asesoramiento informal a otras instituciones (por ejemplo, el servicio institucional encargado de la atención a los niños, niñas y jóvenes víctimas de violencia doméstica y de género).

En Alemania, por ejemplo, no existe la obligación legal de denunciar las sospechas de maltrato o negligencia infantil a la policía o a cualquier otra autoridad competente. Sin embargo, esto puede ser diferente en otros países europeos.

Solo si el o la docente a o la escuela desatiende los hechos objetivos puede suceder que la denuncia presentada erróneamente de un posible abuso infantil tenga consecuencias perjudiciales.

Sí, serás testigo en tales procedimientos preliminares. Otras obligaciones pueden surgir de los reglamentos de la función pública de cada país.

En principio, las familias deben ser informadas previamente de las indicaciones y, si es necesario, se les debe pedir ayuda al servicio institucional encargado de la atención a los niños, niñas y jóvenes víctimas de violencia doméstica. Si la protección efectiva del niño, niña o adolescente se viera cuestionada por la participación de las familias, la escuela está autorizada a informar directamente al servicio institucional responsable de la atención a los niños, niñas y jóvenes víctimas de violencia doméstica. El servicio institucional encargado de atender a los niños, niñas y jóvenes víctimas de violencia doméstica y de género tiene entonces la tarea de cumplir con el mandato de protección a fin de evitar un riesgo para el bienestar del niño, niña o adolescente. La tarea de escuchar a las y los testigos o posibles sospechosos es responsabilidad de la policía y del poder judicial. En este caso, informar a las familias podría poner en peligro la investigación si tuvieran que ser incluidos en el círculo de sospechosos posibles.