Módulo 5: Valoración del riesgo y plan de seguridad

Este módulo es de autoaprendizaje. Puedes trabajar con este módulo a tu propio ritmo, puedes decidir qué ejercicios quieres hacer en función de tus propias necesidades y es posible parar en cualquier punto y continuar más adelante con el módulo.

1. Factores de riesgo de violencia doméstica y de género
2. Valoración del riesgo
3. Los aspectos de sexo y género en la valoración del riesgo
4. Plan de seguridad
5. Habilidades de comunicación para la valoración del riesgo

En el punto de mira: Ginecología/Obstetricia, Cirugía/Sala de Urgencias y Pediatría
6. Ginecología/Obstetricia
7. Cirugía y urgencias
8. Pediatría

La odontología en primer plano
9. Odontología

Referencias

Introducción

Te damos la bienvenida al Módulo 5: «Valoración del riesgo y plan de seguridad». En este módulo, estudiarás los aspectos fundamentales de la valoración del riesgo y del plan de seguridad. Aprenderás a identificar los factores de riesgo asociados a la violencia doméstica y de género1 y a cómo gestionar adecuadamente la evaluación, teniendo en cuenta las dinámicas de sexo y género durante todo el proceso. Te plantearemos una serie de estrategias para la elaboración de los planes de seguridad y te explicaremos las habilidades de comunicación esenciales durante el proceso de valoración del riesgo. Por otra parte, en los focos se hará especial hincapié en la ginecología/obstetricia, la cirugía y urgencias, la pediatría y la odontología.

Objetivos formativos

+ Aprender a gestionar una valoración del riesgo integral.

+ Identificar e integrar las dinámicas de sexo y género en la valoración del riesgo.

+ Diseñar estrategias para los planes de seguridad de las víctimas.


La valoración del riesgo es un proceso que aúna una serie de estrategias y medidas de colaboración que tienen como objetivo proteger la integridad de la víctima/sobreviviente, independientemente de la edad, y prevenir que ocurran más actos de violencia.1 La gestión del riesgo incluye medidas como facilitar el acceso a servicios de apoyo, buscar asesoramiento de otros servicios y reevaluar el riesgo de forma periódica.2 Por último, no podemos olvidar la importancia de elaborar un plan de seguridad cuando la víctima revela que ha sufrido violencia doméstica y de género. En el caso de España, se recoge en la aplicación del Sistema VioGén como Plan de Seguridad Personalizado (PSP).

Hay una serie de medidas asociadas a la gestión del riesgo que se deben tener en cuenta como, por ejemplo…3


Ten presente que las víctimas de violencia doméstica y de género pueden pertenecer a cualquier contexto social, cultural, económico y religioso, independientemente de su edad, género y orientación sexual, inclusive las personas con diversidad funcional. Afecta a personas de todos los contextos socioeconómicos y niveles educativos. Es importante entender que NO existe la «víctima prototipo».

Existen una gran cantidad de estadísticas que presentan a la mujer como víctima dentro de una relación heteronormativa. Esto no excluye que cualquier persona pueda ser objeto de malos tratos: hombres, menores, personas con diversidad funcional y personas no binarias. Esto también se aplica a las personas agresoras. Consulta el Módulo 1 para más información sobre las personas agresoras.


1. Factores de riesgo de violencia doméstica y de género

Es importante identificar los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que se cometa un episodio violento.5 Esos factores pueden ser de carácter psicológico y psicosocial, y están asociados a tanto de la víctima como de la persona agresora. Además, también están ligados a las dinámicas de poder entre ambas partes de la relación.6 Es importante puntualizar que esos factores no son causales.7 Entender los factores de riesgo es una parte importante para dar una respuesta apropiada cuando la víctima revela los hechos. Los factores de riesgo no son desencadenantes directos de la violencia doméstica y de género, sino que la favorecen. Es fundamental recordar que estos factores conforman una maraña de hilos que interactúan entre sí. Sin embargo, la presencia de algunos factores de violencia doméstica y de género no implica que sean la causa de la misma.8

El análisis de los factores de riesgo asociados a la violencia doméstica y de género a menudo se basa en el modelo ecológico de Bronfenbrenner. Este modelo divide los factores entre individuales, relacionales, comunitarios y sociales. Hay factores que aparecen de forma consistente en diferentes estudios, mientras que otros dependen del contexto y varían entre países, regiones y zonas (rurales y urbanas).9


Indicadores de riesgo alto: 10
· Cambio repentino de la conducta de la persona agresora: «De repente ya no es la misma persona que antes».
· La víctima te comenta: «Me da escalofríos», «Hay algo en su mirada que me inquieta».
· Violencia animal hacia las mascotas.
· Drogodependencia.
· Estrangulamiento.
· Embarazo.
· Separación y divorcio.
· La víctima ha iniciado una nueva relación.
· La persona agresora ha perdido la custodia.
· Quebrantamiento de una orden de alejamiento.

  • La persona agresora y la víctima tienen hijos/as en común.
  • La persona agresora recurre a la red familiar y a las amistades de la víctima como instrumento para obtener información y presionarla.
  • Las leyes de protección de datos que limitan la intervención profesional.
  • La falta de información y la protección con impedimentos para la víctima tras el cumplimiento de la condena.

Aunque hay una serie de factores de riesgo comunes a las formas de violencia doméstica y de género, también hay factores específicos dependiendo del contexto.

Factores de riesgo específicos: violencia tras la separación

Existe la falsa creencia de que una vez termina la relación, la violencia también. Sin embargo, en muchos casos ocurre justo lo contrario. En vez de desaparecer o disminuir, la violencia aumenta y se vuelve más severa tras la separación. Esto significa que muchas víctimas vuelven a sufrir episodios violencia doméstica y de género tras salir de la relación.12 Los datos muestran que las personas que ejercen violencia doméstica y de género lo hacen de forma reiterada. Las estadísticas de criminalidad internacional apuntan que la tasa de reincidencia es de un 15-60%.13 14

La violencia tras la separación es un patrón de tácticas de intimidación persistente y consciente dirigidos a la expareja tras la separación. En líneas generales, el objetivo es mantener y reforzar el desequilibrio de poder ya existente en la relación.15 La mayoría de los datos hacen referencia a violencia ejercida por el hombre hacia la mujer dentro de una familia (VG)16 pero la violencia se puede dar hacia cualquier miembro de dicha familia (VD) o sin ser familia.

La violencia tras la separación se ve reflejada de muchas formas. Entre ellas, podemos destacar:

  • Acoso o violencia judicial. Aquella que se ejerce a través del poder judicial. Por ejemplo, iniciar procedimientos judiciales para pedir la custodia del hijo o hija con el objetivo de ejercer control sobre la víctima tras la separación.17 18
  • Violencia económica. Se usa como medio de control dentro del sistema judicial.19 La persona agresora solicita la custodia completa para no pagar la pensión, alarga el proceso judicial en exceso para negociar o directamente no paga la manutención de los hijos e hijas.20 Aquellas personas que recurren a este tipo de violencia mienten sobre su situación económica, ocultan sus ingresos y cambian de trabajo para no compartir sus bienes.21 Prolongar los procedimientos judiciales supone una carga económica para las víctimas, ya que cuanto más se alarguen, mayor es el coste económico. A este respecto, se ha de puntualizar que en España, según el artículo 20 de la Ley Orgánica 1/2004 sobre la asistencia jurídica, «las víctimas de violencia de género tienen derecho a recibir asesoramiento jurídico gratuito en el momento inmediatamente previo a la interposición de la denuncia, y a la defensa y representación gratuitas por abogado y procurador en todos los procesos y procedimientos administrativos que tengan causa directa o indirecta en la violencia padecida».
  • Poner en peligro a menores. Los estudios muestran que hay menores que viven en un contexto de violencia doméstica y de género,22 es decir, viven en una dinámica sujeta a la violencia entre sus progenitores y la violencia tras la separación. En estos contextos, la persona agresora ejerce el poder y control a través de los hijos e hijas, instrumentalizándolos/as para manipular a la otra persona. Esto desemboca en consecuencias negativas para la salud física y mental y la calidad de vida de la o el menor.23
  • Trauma y aislamiento social. Cualquier tipo de violencia puede causar un trauma, cuyos síntomas persisten durante muchos años tras la separación.24 En la mayoría de los casos, las víctimas presentan trastorno de estrés postraumático (TEPT),25 cuyos síntomas se diagnostican como problemas de salud psiquiátricos y somáticos.26 Esto dificulta que las víctimas reciban la asistencia y el tratamiento adecuados.27 Además, las personas que han vivido situaciones traumáticas de forma reiterada y prolongada padecen síntomas más complejos, como la desregulación emocional, la somatización, la disociación y los problemas relacionados con la atención, la memoria, la identidad y las relaciones.28 Cuando la víctima no recibe apoyo y cuando es cuestionada por las figuras profesionales, hay un riesgo de que las consecuencias negativas del trauma empeoren.29
  • Difamación. En muchas ocasiones, las víctimas vuelven a ser sujeto de malos tratos dentro de contextos sociales tras revelar su situación.30 31 Esto se conoce como victimización secundaria o revictimización: aquella que sufre la víctima cuando, a consecuencia del delito, tiene que comparecer ante las y los profesionales sanitarios, policiales o judiciales, y que supone una nueva agresión (especialmente psicológica) no deliberada pero no por ello menos dañina, en ocasiones, que la victimización primaria (la sufrida por la víctima como resultado directo del acto delictivo).32
  • Acoso persistente. Hace referencia a hostigamiento, amenazas, intimidación, persecución intrusiva, privación de la libertad, contacto personal en contra de su voluntad, etc. de forma persistente y prolongada.33

La respuesta de la sociedad ante este tipo de violencias es de suma importancia para las víctimas,34 pues la vida tras dejar una relación de maltrato es muy complicada. Hay una clara necesidad de formar a profesionales de primera línea sobre la violencia tras la separación y la violencia vicaria, haciendo hincapié en las señales, los patrones y teniendo en cuenta aspectos como la salud mental y física y la calidad de vida.

Es crucial que la sociedad tome medidas serias ante este tipo de violencia y ofrezca recursos y apoyo a las personas afectadas. Por ejemplo, acceso a centros de acogida, asesoramiento, asistencia jurídica y otros recursos que favorezcan la recuperación de autonomía y seguridad de la víctima.

Descarga la «Rueda del poder y control tras la separación» desde este enlace: www.theduluthmodel.org/wp-content/uploads/2017/03/Using-Children-Wheel.pdf

Factores de riesgo específicos: violencia doméstica y de género hacia personas mayores35

Factores de riesgo individuales:

  • Sobrecarga a raíz de las tareas de cuidado por falta de preparación o formación.
  • Manejo inadecuado del estrés.
  • Dependencia económica y emocional.
  • Conflictos familiares.
  • Incapacidad para entablar o mantener relaciones parasociales positivas.
  • Falta de apoyo social.
  • Falta de recursos económicos.

Factores de riesgo específicos de reincidencia36

  • Dentro de la esfera individual, hay estudios que sugieren una clara conexión entre el estatus socioeconómico de la víctima y la reincidencia.
  • A nivel interpersonal, al analizar el tipo de relación entre la persona agresora y la víctima, la duración del tiempo de convivencia se muestra como un indicador de riesgo de reincidencia más preciso que el estado civil per se. Del mismo modo, el historial de agresiones físicas en la relación también es un indicador clave.
  • Al estudiar las probabilidades de reincidencia en las relaciones con un contexto de violencia doméstica y de género, los y las profesionales deben tener en cuenta el historial de violencia en la relación y no centrarse únicamente en la gravedad del delito denunciado en el momento.

2. Valoración del riesgo

Evidence shows that adult victim/survivors are often good predictors of their own level of safety and risk, and that this is the most accurate assessment of their level of riskLos datos indican que las víctimas adultas son, en muchos casos, conscientes de los riesgos que corren. Esta es la valoración del riesgo más precisa.

Por lo tanto, para entender y valorar el riesgo se debe escuchar a la víctima primero. Mediante la escucha activa, los y las profesionales pueden identificar las señales y preguntar sobre la cuestión de la violencia. La valoración del riesgo ayuda a identificar si el riesgo es bajo, medio o alto.38

Cuando las víctimas/sobrevivientes anticipan el peligro, se debe tener en cuenta su relato. La violencia psicológica es un aspecto importante de las relaciones de maltrato: es la antesala de la violencia física y es parte del espectro de conductas típicas de violencia doméstica y de género.

Para saber más sobre las responsabilidades ligadas a la valoración del riesgo y el plan de seguridad de los equipos profesionales de primera línea (como la policía, el personal sanitario y las ONG), consulta Country Reports and Cross-National Comparison on the Risk Assessment Tools and Case Documentation used by Frontline Responders.

Definición de valoración del riesgo39

La evaluación del riesgo es una evaluación puntual del nivel de riesgo. El riesgo es dinámico y puede cambiar con el tiempo. Esto significa que debe reevaluar el riesgo con regularidad, y cualquier cambio debe formar parte de la evaluación y gestión del riesgo en el futuro. Su evaluación debe incluir el nivel de riesgo, así como las acciones y enfoques de gestión de riesgos apropiados. También debe tener en cuenta la información pertinente sobre las circunstancias de la víctima, el superviviente o el agresor.

Los enfoques de mejores prácticas para la evaluación de riesgos con una víctima/sobreviviente les permite compartir su historia con usted al creerles sobre:

  • … su experiencia de violencia
  • … la relación
  • … cómo ha afectado a los niños de la familia (es decir, comprender el riesgo experimentado por los niños como víctimas supervivientes por derecho propio, que también puede basarse en la evaluación directa de los niños)
  • … patrones de creencias, actitudes y comportamientos del agresor.

La valoración del riesgo es un proceso de reunión de información sobre los factores de riesgo presentes y la autopercepción de la víctima de su seguridad que sirven para calcular la probabilidad de nuevos episodios de violencia o de agresión física, como lesiones graves o el homicidio.40

Encontrarás más información sobre la valoración del riesgo en el módulo 7.

El indicador principal de futuros riesgos o episodios de violencia es la conducta actual y pasada de la persona agresora. Es importante que se le pregunte a la víctima tanto sobre la percepción del riesgo que tiene, como sobre las precauciones de seguridad que ha tomado en el pasado y cuáles son sus deseos de ahora en adelante. En muchos casos, las víctimas reconocen cuándo están ante una situación de peligro inminente y no quieren volver al domicilio. Es imprescindible reconocer y tomar en serio las preocupaciones que expresan sobre su seguridad. Por otro lado, algunas víctimas necesitan ayuda para reconocer el riesgo. Hay una serie de preguntas específicas que se les puede hacer para determinar si es seguro que vuelvan a casa. El objetivo principal es determinar si hay una amenaza inminente para la víctima.41

Si hay un riesgo alto de amenaza inminente, transmítele tu preocupación por su seguridad y coméntale las medidas de protección para prevenir futuros daños. Puedes decirle: «Me preocupa tu seguridad.Vamos a hablar sobre qué podemos hacer para intentar evitar que sufras daños.»42

Este vídeo muestra a una profesional haciendo una valoración del riesgo integral, siguiendo un criterio profesional estructurado y desde un punto de vista interseccional. En el vídeo, además, la profesional identifica los factores de riesgo basados en evidencia tanto para la víctima sobreviviente, como para su hijo.

Ejercicio de reflexión

(1) Enumera los factores de riesgo basados en la evidencia que identifica la profesional para la víctima.
(2) Reflexiona sobre la importancia del enfoque basado en la evidencia a la hora de valorar el riesgo.
(3) Analiza cómo la profesional aplica la perspectiva interseccional durante la entrevista. Consulta el Módulo 1 para saber más sobre el concepto de «interseccionalidad».
(4) Analiza cómo el vídeo aborda la valoración del riesgo de menores.


Algunas personas temen que hablar sobre el suicidio provoque un «efecto llamada». Sin embargo, la realidad es que abordar la cuestión puede reducir la ansiedad de la víctima y dar espacio al entendimiento. Gracias a un estudio, sabemos que existe una conexión clara entre la violencia doméstica y de género y las probabilidades de autolesión. Durante la investigación, casi un cuarto de las personas que había sufrido agresiones en el ámbito doméstico se había autolesionado.43

Es importante aportar documentación que indique el riesgo inminente de suicidio y autolesiones para dejar constancia y asegurar una buena coordinación entre profesionales.

Ejemplo: Herramienta para la Detección del Riesgo de Suicidio (asQ, por sus siglas en inglés): www.nimh.nih.gov/sites/default/files/documents/research/research-conducted-at-nimh/asq-toolkit-materials/asq-tool/screening_tool_asq_nimh_toolkit_1.pdf

Es crucial que la víctima no esté sola, especialmente si…

  • … tiene ideas o planes de suicidio o autolesiones.
  • … ha tenido ideas o planes de autolesiones durante el último mes o año y ahora presenta indicios de trastornos psiquiátricos.

En estos casos, debido al peligro en el que se encuentra la víctima, se puede levantar el secreto profesional. Deriva a la víctima a un hospital psiquiátrico de inmediato y llama a una ambulancia de ser necesario.


3. Los aspectos de sexo y género en la valoración del riesgo44

Gran parte de las herramientas de valoración del riesgo no tienen en cuenta los aspectos de sexo y género. En muchos casos, los formularios no consideran a ambos sexos como posibles víctimas o únicamente usan el masculino para referirse a la persona agresora. Por lo tanto, si hay un sesgo de género, puede que no se tenga en cuenta a los hombres víctimas de violencia doméstica.

La percepción y las suposiciones sobre el sexo y el género son elementos que no se deben perder de vista durante la valoración del riesgo. Por ejemplo, la percepción de una profesional de la salud (mujer) sobre una víctima, puede verse influenciada por su sexo (femenino), su género (cómo percibe su rol como mujer) y su carácter/personalidad (mentalidad o expectativas). Esto puede afectar a cómo se comunica con otras mujeres y con hombres (hablar con voz grave, mantener el contacto visual). Esto también influye en cómo valora el riesgo, los aspectos que identifica como relevantes (quién empezó) y cómo percibe a la víctima (qué señales son más importantes para ella como, por ejemplo, la apariencia física). Asimismo, cómo la víctima (mujer u hombre) y otros/as profesionales de primera línea la perciben también influye. Por ejemplo, puede que a una víctima mujer le resulte más fácil hablar de sus vivencias con una profesional que también sea mujer.

Por otro lado, un ejemplo de sesgo por parte del personal de primera línea sería ver a la mujer como el «sexo débil». En este supuesto, el uso del lenguaje despectivo y la falta de respeto hacia su autonomía serían formas de revictimización. A causa de este tipo de acciones, las víctimas sienten que no las están tomando en serio y, como consecuencia, no revelan información importante para la valoración del riesgo. También puede darse el caso de que, a causa de la cosmovisión del personal de primera línea, no se tome en serio a los hombres víctimas de violencia doméstica. Esto puede desembocar en un aumento de la violencia si no se interviene a tiempo.

Otro supuesto puede ser que el/la profesional no pregunte al hombre si es dependiente económicamente de su mujer, pues el contexto sociocultural identifica al hombre como el «sostén de la familia» que gana más dinero que la mujer. Por lo tanto, obvian que el hombre pueda ser dependiente económicamente de su mujer y no se ve reflejado en la valoración del riesgo de la víctima.

Integrar los aspectos de sexo y género en las herramientas de valoración del riesgo es fundamental para los equipos profesionales sanitarios. Asimismo, deben tener presente la ley y las directrices éticas en materia de igualdad de género y reflexionar sobre su propia conducta y criterio para reducir los sesgos que pueden afectar a la valoración del riesgo. Incluso si los aspectos de sexo y género están incluidos en los formularios, el personal profesional sanitario debe estar formado para tenerlos presente durante todo el procedimiento. Para saber más sobre los sesgos, consulta el Módulo 8.


4. Plan de seguridad

Hay varias formas de elaborar un plan de seguridad ajustado a las circunstancias personales de cada persona. Este debe atender a los factores de riesgo y adaptarse según la evolución del caso. Una víctima no puede controlar el comportamiento de maltrato de su pareja, pero sí puede llevar a cabo medidas que la protejan tanto a ella como a los/las menores a su cargo. Un plan de seguridad recoge algunos hábitos de seguridad prácticos y personalizados que puede asumir la víctima como medida de prevención ante futuras agresiones.

Muchas víctimas que han sido objeto de malos tratos temen por su seguridad. Pero otras piensan que no necesitan un plan de seguridad porque
esperan que lo ocurrido no se vuelva a repetir. Tu deber es explicarle que la violencia doméstica y de género no cesa por sí sola, sino que continúa y aumenta con el tiempo con episodios cada vez más frecuentes.45

Lo primero a la hora de elaborar un plan de seguridad personalizado es la escucha activa. Empieza por escuchar y preguntar sobre lo que ha estado viviendo. Pregúntale qué medidas de precaución toma y úsalo como la base para ayudarle a pensar qué más se puede hacer para reforzar su seguridad.46


5. Habilidades de comunicación para la valoración del riesgo

«Este vídeo muestra cómo llevar a cabo una evaluación intermedia del riesgo con una persona que ejerce violencia, incluyendo cómo observar y hacer preguntas para identificar patrones y el nivel de riesgo, asegurándose siempre de tener presente a la víctima superviviente. También muestra cómo realizar una consulta secundaria puede apoyar la gestión del riesgo

Este vídeo es una continuación del anterior. Presenta los distintos elementos de la planificación de la gestión de riesgos: www.youtu.be/tDPFIw5IwHI

La valoración del riesgo con la víctima debe efectuarse en un espacio confidencial y evaluar el riesgo de peligro inminente. Para saber más sobre la comunicación con las víctimas consulta el Módulo 3.

Preguntas para valorar el riesgo inminente de violencia47 48

  • ¿Consideras que es seguro volver a tu casa?
  • ¿Qué temes que ocurra?
  • ¿Con qué te ha amenazado?
  • Háblame de las amenazas hacia tus hijos.
  • ¿Has sufrido algún episodio de violencia física en el pasado o recientemente?
  • ¿Tiene armas o ha usado algún arma para hacerte daño o amenazarte a ti o a algún miembro de tu familia?
  • ¿Ha intentado estrangularte?
  • ¿Piensas que puede llegar a matarte?
  • ¿Te ha pegado cuando estabas embarazada?
  • ¿Siente celos extremos con frecuencia?
  • ¿Te ha amenazado con suicidarse? (¡Riesgo de femicidio!)

Si la víctima responde «» a tres o más de estas preguntas, es probable que exista una amenaza inminente de violencia.


Elaborar un plan de seguridad49

Los planes de seguridad benefician incluso a las víctimas que puede que no se encuentren ante un riesgo inminente grave. Al disponer de un plan, podrán manejar mejor la situación si se da un episodio de violencia. La tabla siguiente muestra los elementos esenciales de un plan de seguridad y las preguntas que puedes formular para elaborarlo junto a la víctima.

Lugar seguro«Si tienes que marcharte con urgencia de casa, ¿adónde irías?».
Hijos/as«¿Te llevarías a tus hijos/as?».
Transporte«¿Cómo llegarías al lugar seguro?».
Pertenencias«¿Tienes que llevarte documentación, llaves, dinero, ropa u otras cosas al marcharte? ¿Qué es lo esencial?».
Dinero«¿Tienes acceso a dinero si tienes que irte? ¿Dónde lo guardas? ¿Puedes acceder a él con facilidad en caso de emergencia?».
Red de apoyo«¿Hay alguien del vecindario con quien puedas hablar sobre la violencia y que pueda llamar a la policía para que vengan a ayudarte si oyen sonidos propios de un ataque violento?».

Sé realista: Puedes hablar con la víctima sobre sus necesidades, comentarle los recursos de apoyo a su alcance y ofrecerle ayuda. Es poco probable que se aborden todas las preocupaciones durante la primera entrevista. Haz saber a la víctima que estás disponible para seguir la conversación en otro momento.

No esperes que la víctima tome decisiones en el momento. No esperes que la víctima tome decisiones en el momento. Cada persona tiene su propio ritmo. Tomará las decisiones que estime oportunas, aunque pueda resultarte frustrante. Respétalas.


Medidas de prevención en el hogar50

Si la víctima no puede evitar las discusiones con la persona agresora, es recomendable sugerirle que tenga las conversaciones en un lugar con una salida accesible. Incide en la importancia de evitar las habitaciones y dependencias donde puedan guardarse objetos contundentes o peligrosos.

Recomienda a la víctima que localice las salidas del sitio antes de quedar con la persona agresora. Este enfoque es fundamental para evitar el riesgo de violencia hacia las víctimas y hacia los/las menores.


No pongas a la víctima en riesgo51

Mantén la entrevista con la víctima en un espacio independiente para respetar su privacidad. Evita hablar sobre la violencia si hay alguien más presente (pareja, familiares, amistades, etc.). Asegúrate de que eres la única persona en la sala. Si hay menores presentes, pide a un/a compañero/a que se encargue de su supervisión durante la entrevista.

Asegúrate de que los informes del caso están bien guardados, fuera del alcance de terceras personas. Explica a la víctima los documentos esenciales que necesita tener a mano, como documentación para la policía.

Este vídeo muestra cómo gestionar el riesgo y elaborar un plan de seguridad. Es un buen ejemplo de cómo confeccionar un plan de seguridad junto a la víctima teniendo en cuenta los distintos servicios a su disposición.

Ejercicio de reflexión

(1) Enumera las estrategias de la gestión del riesgo principales y las técnicas para confeccionar un plan de seguridad que se muestran en el vídeo.
(2) Analiza cómo el vídeo enfatiza en la importancia de explicar a la víctima el proceso de gestión del riesgo teniendo en cuenta su situación.
(3) Reflexiona sobre la importancia de implicar a las víctimas en la toma de decisiones.
(4) Identifica los retos y las barreras que pueden suponer un impedimento para una gestión del riesgo y un plan de seguridad efectivos.

Piensa en tu bienestar52

Tus necesidades son tan importantes como las de la víctima. Puede que tengas reacciones y sentimientos fuertes al escuchar o al hablar sobre violencia de primera mano. Esta es una reacción normal frente a vivencias dolorosas. Sé autoconsciente de tus emociones. Si lo necesitas, busca ayuda y apoyo también. Encontrarás más información sobre el autocuidado en el Módulo 9.

IMPRODOVA D2.3: Herramientas de evaluación de riesgos y documentación de casos de socorristas de primera línea


Ginecología/Obstetricia, Cirugía y Pediatría en primer plano

6. Ginecología/Obstetricia

Factores de riesgo específicos: Violencia sexual53

Factores individuales de riesgo para los agresores:

  • Consumo de alcohol y drogas
  • Morosidad
  • Falta de preocupación por los demás
  • Comportamientos agresivos y aceptación de comportamientos violentos
  • Iniciación sexual precoz
  • Fantasías sexuales coercitivas
  • Preferencia por el sexo impersonal y la asunción de riesgos sexuales
  • Exposición a medios sexualmente explícitos
  • Hostilidad hacia las mujeres
  • Adhesión a las normas tradicionales de género
  • Hipermasculinidad
  • Comportamiento suicida
  • Victimización o perpetración sexual previa
  • Asociación con compañeros sexualmente agresivos, hipermasculinos y delincuentes.
  • Implicación en una relación íntima violenta o abusiva

Factores de riesgo de relación:

  • Antecedentes familiares de conflicto y violencia
  • Antecedentes de violencia física, sexual o emocional en la infancia
  • Entorno familiar emocionalmente insolidario
  • Malas relaciones entre padres e hijos, especialmente con los padres

Factores sociales de riesgo:

  • Normas sociales que apoyan la violencia sexual, la superioridad masculina y el derecho sexual.
  • Normas sociales que mantienen la inferioridad y la sumisión sexual de la mujer
  • Leyes y políticas débiles en materia de violencia sexual y equidad de género
  • Altos niveles de delincuencia y otras formas de violencia

«Este vídeo representa el escenario de simulación de un profesional sanitario en una clínica prenatal que realiza un cribado de violencia familiar y doméstica a una paciente».
«En este vídeo, Marta P. Chadwick, Directora de Programas de Intervención y Prevención de la Violencia del Centro de Salud Comunitaria y Equidad Sanitaria del Brigham and Women’s Hospital, repasa la herramienta de evaluación de riesgos utilizada por Passageway y describe cómo se ha utilizado para ayudar con éxito a pacientes en relaciones abusivas
Situación de alto riesgo: Embarazo

El embarazo puede ser uno de los desencadenantes de la violencia en la pareja. El 30 % de los malos tratos físicos en la pareja comienzan en el embarazo, y en el 13 % de los casos agrava e intensifica episodios de violencia previamente iniciados.

Los factores de riesgo específicos durante el embarazo incluyen

  • el hecho de que se trate de un embarazo no deseado, sobre todo si se produce a una edad temprana
  • aislamiento y escasas relaciones de apoyo por parte de la familia y los amigos durante el embarazo

Para conocer los factores de riesgo generales (aplicables también en caso de embarazo), haga clic aquí.

Las consecuencias de la violencia doméstica en el embarazo pueden incluir un mayor riesgo de aborto espontáneo, preeclampsia, partos prematuros y mortinatos. También es posible que el compañero coaccione a la mujer para que lleve adelante el embarazo (lo que se conoce como «coacción reproductiva«). En estos casos, pueden surgir problemas como la interrupción autoinducida y no intencionada y la ausencia de vínculo prenatal.

Precisamente el embarazo y el parto pueden propiciar un mayor contacto entre la mujer y el personal sanitario, por lo que pueden brindarle la oportunidad de poner de manifiesto el sufrimiento relacionado con la violencia doméstica y poder formular una petición de ayuda.

Los posibles indicadores que deben llevar a médicos y matronas a sospechar de situaciones de violencia pueden encontrarse en módulo 2.


7. Cirugía y urgencias

En el ámbito quirúrgico y de urgencias, la evaluación del riesgo es especialmente crucial, puesto que ya se ha producido violencia física, lo que sitúa estos casos en la categoría de alto riesgo.

Estudio de caso – Evaluación de riesgos y planificación de la seguridad en urgencias

En módulo 4 leyó el caso práctico de Robin un hombre de 36 años que llegó al servicio de urgencias con un traumatismo craneoencefálico y múltiples hematomas en el brazo izquierdo, así como hematomas en diversas fases de curación. Le acompañaba su hermana, que asumió un papel de control durante la exploración, respondiendo a preguntas en su nombre y supervisando de cerca las interacciones con el médico. Robin evitaba el contacto visual y parecía indeciso a la hora de compartir información de forma independiente.

Las investigaciones posteriores revelaron incoherencias entre el relato de la hermana de Robin y las lesiones observadas. Robin mostraba un comportamiento sumiso y un miedo palpable al contacto físico. Estos signos suscitaron preocupación sobre una posible violencia doméstica. Durante una conversación privada con el médico que la atiende, Robin se sincera.

Doctor: Robin, quiero que sepas que estás en un espacio seguro aquí, y cualquier cosa que nos digas será confidencial. Es importante para nosotros entender el cuadro completo para que podamos proporcionar la mejor atención para usted.

Robin: (tras una pausa) Bueno, en realidad… He tenido algunos problemas en casa.

Doctor: Siento oír eso. No es fácil hablar de ello, pero es importante abordar estos temas. ¿Se siente seguro en casa?

Robin: (Sacude la cabeza) En realidad no. Tengo miedo de que las cosas vayan a más.

Doctor: Bien, gracias por compartir eso conmigo. Estamos aquí para apoyarte. Hablemos de algunas estrategias de planificación de la seguridad que podemos poner en marcha para ayudar a mantenerte a salvo. ¿Has pensado dónde podrías ir si necesitas salir de casa rápidamente?

Robin: (asiente) Sí, tengo un amigo con el que podría quedarme un tiempo.

Doctor: Ese es un buen comienzo. Es importante tener un plan para saber adónde ir en caso de tener que salir rápidamente. A continuación, hablemos de a quién puede pedir apoyo. ¿Tienes a alguien de confianza, como un amigo o un familiar, en quien puedas confiar?

Sí, puedo hablar con mi hermano.

Doctor: Eso es genial. Tener a alguien con quien hablar puede marcar una gran diferencia. Ahora, Robin, necesito hacerte algunas preguntas para entender mejor lo que pasó. ¿Puedes contarme los hechos que te llevaron a las lesiones?

Es un poco complicado. Tuve una discusión con mi hermana, y las cosas se intensificaron…

Doctor: Ya veo. ¿Puede contarme algo más sobre la discusión? ¿Hubo violencia física?

Sí, mi hermana se enfadó y empezó a pegarme. No es la primera vez que pasa.

Doctor: Siento oír eso, Robin. Es importante que conozca la frecuencia y gravedad de estos incidentes. ¿Con qué frecuencia se produce este tipo de violencia? ¿Ha sufrido alguna lesión en el pasado?

Robin: Ha estado sucediendo de vez en cuando desde hace un tiempo. A veces son sólo gritos, pero otras veces se vuelve físico. He tenido moratones y cortes antes.

Doctor: Gracias por compartir eso conmigo, Robin. Es crucial para nosotros evaluar el nivel de riesgo al que te enfrentas y determinar el apoyo y los recursos adecuados. ¿Hay algún desencadenante o patrón específico que parezca conducir a estos incidentes?

Robin: Es difícil de decir. Es como caminar sobre cáscaras de huevo a veces. Cualquier cosa puede hacer enojar a mi hermana.

Doctor: Entiendo. Parece que estás lidiando con mucho estrés e incertidumbre. Quiero que sepa que no está sola y que hay personas que pueden ayudarle a atravesar esta difícil situación. ¿Has pensado en acudir a algún servicio de apoyo o asesoramiento en el pasado?

Robin: En realidad no, pero estoy abierto a ello.

Doctor: Es bueno oír eso, Robin. Puedo darte información sobre servicios de apoyo locales y opciones de asesoramiento especializados en violencia doméstica. Es esencial contar con un sistema de apoyo mientras atraviesas este difícil momento. ¿Quieres que te ponga en contacto con estos recursos?

Robin: Sí, creo que sería útil.

Doctor: Bien, me aseguraré de proporcionarle esa información antes de que se vaya hoy. Mientras tanto, si tiene alguna pregunta o inquietud, no dude en hacérmelo saber. Su seguridad y bienestar son nuestras principales prioridades.

Tareas de reflexión:

(1) Piense en las estrategias de planificación de la seguridad comentadas por el médico. Evalúe su eficacia a la hora de capacitar a Robin para tomar medidas que le protejan de daños mayores.
(2) Considere el uso que hace el médico de preguntas abiertas para animar a Robin a compartir sus experiencias. Reflexione sobre cómo este enfoque ayuda a descubrir detalles importantes sobre la situación.
(3) Evaluar la importancia de valorar la frecuencia y gravedad de los incidentes de violencia doméstica para determinar el nivel de riesgo al que se enfrenta la víctima. Considere cómo esta información contribuye al desarrollo de planes de seguridad y al acceso a los servicios de apoyo.


8. Pediatría

Mayor riesgo de ser víctima de violencia doméstica:54

  • Niños con retrasos en el desarrollo motor y sólo retrasos leves en el desarrollo intelectual.
  • Así pues, los niños y adolescentes con deficiencias de percepción sensorial tienen un riesgo 7,5 veces mayor.
  • Los niños con problemas de comportamiento, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), tienen un riesgo mayor. Los niños menores de seis años de familias con bajos ingresos son los más afectados.
  • Los niños con enfermedades crónicas tienen un riesgo entre 2 y 3 veces mayor.
  • Los niños y adolescentes con discapacidad tienen un riesgo entre 3 y 7 veces mayor.
  • Niños menores de 4 años55
  • Niños con necesidades especiales que pueden aumentar la carga de los cuidadores (por ejemplo, discapacidades, problemas de salud mental y enfermedades físicas crónicas).56

Es crucial mantener conversaciones delicadas sobre la violencia doméstica con niños y jóvenes porque a menudo se ven profundamente afectados por estas experiencias, ya sea directa o indirectamente. Proporcionándoles información y apoyo adecuados a su edad, podemos ayudarles a entender qué es la violencia doméstica, a reconocer comportamientos malsanos y a buscar ayuda si la necesitan. Para más información, véase el módulo 3.

Haga clic en las cruces de los círculos correspondientes de la ilustración para ver más información.

Referencias: 57 58 59 60 61 62


La odontología en primer plano

9. Odontología

Es importante que los dentistas tengan competencias en evaluación de riesgos y planificación de la seguridad para evaluar mejor el riesgo de las personas afectadas por la violencia doméstica y prestarles el apoyo adecuado.

Estudio de caso – Evaluación de riesgos y planificación de la seguridad en la consulta dental

Ya conociste a la Sra. Miller en los módulos 3 y 4.

Recordamos que acudió a la clínica dental por un dolor de muelas. Durante el tratamiento, el dentista observó varios hematomas y petequias periorbitarias. Cuando se tomó una radiografía, también se diagnosticó una fractura de mandíbula. Posteriormente, la Sra. Miller aceptó la documentación forense y explicó cómo se habían producido las lesiones. Como el tratamiento de la fractura de mandíbula incluyó varias citas de tratamiento y revisión, la Sra. Miller estableció una relación de confianza con su dentista.

Varios meses después, cuando la Sra. Miller acude a su última revisión, la dentista observa nuevas lesiones. Documenta las nuevas lesiones y las aprovecha para hablar con la Sra. Miller.

Dentista: «Sra. Miller, ¿cómo se encuentra? Hace unos meses hablamos de su situación en casa. ¿Está todo mejor en casa ahora? Puedo ver nuevas lesiones en su oreja y frente».

Sra. Miller (dudando): «Es … complicado. La situación no ha mejorado realmente. Las discusiones con Martin siguen volviendo».

Dentista: «Siento oír que sigues teniendo problemas en casa. ¿Hay circunstancias que parecen desencadenar la violencia?».

Sra. Miller: «Sí… Martin siempre se enfada cuando intento establecer contacto con otras personas, ya sea hablando con nuestro vecino o por teléfono».

Dentista: «¿Qué pasa cuando tu pareja se enfada?»

Sra. Miller: «Ya no puede controlar su propia ira y a veces se pone violento».

Dentista: «¿Se ha enfadado más y más a menudo últimamente y los estallidos de ira son cada vez más violentos?».

Sra. Miller: «Sí, cuando pienso en ello… últimamente ocurre con más frecuencia. También se está volviendo más violento… Incluso una vez me tiró un plato y me hizo un gran moratón en la cara».

Dentista: «Estoy preocupado por ti, porque por lo que me has contado, la frecuencia y el alcance de la violencia contra ti están aumentando. Tienes alguna persona de confianza con la que puedas hablar?».

Sra. Miller: «Después de mudarme a otra casa, perdí el contacto con casi todos mis amigos y familiares. Sólo hablo con mi hermana regularmente por teléfono, por ejemplo cuando Martin está en el trabajo. Ella vive a 30 minutos de aquí».

Dentista: «Me alegro de oírlo. Ahora me gustaría hablarte de lo que puedes hacer si ya no te sientes segura en casa. Es importante que tengas un lugar al que puedas acudir si la situación se agrava. Podría ser tu hermana, por ejemplo. También deberías considerar la posibilidad de dejarle una mochila con copias de tus documentos más importantes, como tu partida de nacimiento y tu pasaporte.»

Sra. Miller: «Tengo que dejar que eso se asimile primero, porque no me siento insegura en casa en absoluto. Martin sólo se enfada mucho conmigo a veces y siempre es culpa mía».

Al final de la conversación, la dentista insiste una vez más en que nunca está bien hacer daño a otra persona, aunque uno esté enfadado, y que la Sra. Miller no tiene la culpa de la situación. Le dice que es muy importante que piense adónde puede ir si tiene miedo en casa y que la Sra. Miller puede ponerse en contacto con ella en cualquier momento si tiene más preguntas. Le da una tarjeta de visita con números de teléfono importantes para este tipo de situaciones.

Tareas para seguir reflexionando:

(1) ¿Qué estrategias de comunicación utiliza el dentista?
(2) ¿Qué factores de riesgo específicos puede identificar el dentista que puedan apuntar hacia un mayor aumento de la gravedad de la violencia?
(3) ¿Por qué es importante que los dentistas tengan competencias en evaluación de riesgos y planificación de la seguridad?
(4) ¿Cómo podría la dentista seguir ayudando a su paciente?


Referencias

  1. “Risk Assessment.” Gippsland Family Violence Alliance , November 9, 2023. Accessed 31.01.2024 https://gippslandfamilyviolencealliance.com.au/risk-assessment/#what-is-risk-management ↩︎
  2. “Risk Assessment.” Gippsland Family Violence Alliance , November 9, 2023. Accessed 31.01.2024 https://gippslandfamilyviolencealliance.com.au/risk-assessment/#what-is-risk-management ↩︎
  3. Risk Assessment.” Gippsland Family Violence Alliance , November 9, 2023. Accessed 31.01.2024 https://gippslandfamilyviolencealliance.com.au/risk-assessment/#what-is-risk-management ↩︎
  4. Gondolf, E. W. 2002, Batterer Intervention Systems: Issues, Outcomes and Recommendations, Sage Publications, Thousand Oaks, p. 171. ↩︎
  5. Gondolf, E. W. 2002, Batterer Intervention Systems: Issues, Outcomes and Recommendations, Sage Publications, Thousand Oaks, p. 167. ↩︎
  6. Roehl, J., & Guertin, K. 2000, ‘Intimate partner violence: The current use of risk assessments in sentencing offenders’, The Justice System Journal, vol. 21, no. 2, pp. 171-198. ↩︎
  7. Gondolf, E. W. 2002, Batterer Intervention Systems: Issues, Outcomes and Recommendations, Sage Publications, Thousand Oaks. ↩︎
  8. 1800 Respect, national domestic family and sexual violence counselling service, accessed: 01.02.24, https://www.1800respect.org.au/resources-and-tools/raft ↩︎
  9. Lauritsen J. L., Schaum R. J. (2004). The social ecology of violence against women. [Article]. Criminology, 42, 323–357. DOI10.1111/j.1745-9125.2004.tb00522.x ↩︎
  10. Davies, J., Lyon, E. & Monti-Catania, D. 1998, Safety Planning with Battered Women: Complex Lives/Difficult Choices, Sage Publications, Thousand Oaks, p. 98-100). ↩︎
  11. Rechtsanwältin Susanne Köhler, «Hochrisikomanagement bei häuslicher Gewalt – Was ist das?», 2022, p. 16. https://www.lpr.sachsen.de/download/SusanneKoehlerHochrisikomanagement.pdf ↩︎
  12. Spearman, K. J., Hardesty, J. L., & Campbell, J. (2023). Post-separation abuse: A concept analysis. Journal of advanced nursing, 79(4), 1225–1246. https://doi.org/10.1111/jan.15310
    ↩︎
  13. Klein, A. R., & Tobin, T. (2008). A longitudinal study of arrested batterers, 1995–2005: Career criminals. Violence Against Women, 14(2), 136–157. ↩︎
  14. Richards, T. N., Jennings, W. G., Tomsich, E., & Gover, A. (2014). A 10-year analysis of rearrests among a cohort of domestic violence offenders. Violence and Victims, 29(6), 887–906. ↩︎
  15. Stark, E., & Hester, M. (2019). Coercive control: Update and review. Violence Against Women, 25(1), 81–104. https://doi.org/10.1177/ 1077801218816191 ↩︎
  16. Spearman, K. J., Hardesty, J. L., & Campbell, J. (2023). Post-separation abuse: A concept analysis. Journal of advanced nursing, 79(4), 1225–1246. https://doi.org/10.1111/jan.15310 ↩︎
  17. Elizabeth, V. (2015). From domestic violence to coercive control: Towards the recognition of oppressive intimacy in the Family Court. New Zealand Sociology, 30(2), 26–43. https://doi.org/10. 3316/informit.359359614101376

    Elizabeth, V. (2017). Custody stalking: A mechanism of coercively controlling mothers following separation. Feminist Legal Studies, 25(2), 185–201. https://doi.org/10.1007/s10691-017-9349-9

    Elizabeth, V. (2019). ‘It’s an invisible wound’: the disenfranchised grief of post-separation mothers who lose care time. Journal of Social Welfare and Family Law, 41(1), 34–52. https://doi.org/10.1080/ 09649069.2019.1554788 ↩︎
  18. Ward, D. (2016). In her words: Recognizing and preventing abusive litigation against domestic violence survivors. Seattle Journal for Social Justice, 14(2), 429–460. Available at: https://digitalcom mons.law.seattleu.edu/sjsj/vol14/iss2/11

    Toews, M. L., & Bermea, A. M. (2017). I was naive in thinking, ‘I divorced this man, he is out of my life’”: A qualitative exploration of post-separation power and control tactics experienced by women. Journal of Interpersonal Violence, 32(14), 2166– 2189. https://doi.org/10.1177/0886260515591278 ↩︎
  19. Elizabeth, V. (2017). Custody stalking: A mechanism of coercively controlling mothers following separation. Feminist Legal Studies, 25(2), 185–201. https://doi.org/10.1007/s10691-017-9349-9 ↩︎
  20. Przekop, M. (2011). One more battleground: Domestic violence, child custody, and the batterers’ relentless pursuit of their victims through the courts. Seattle Journal for Social Justice, 9(2), 1053–1106.

    Toews, M. L., & Bermea, A. M. (2017). I was naive in thinking, ‘I divorced this man, he is out of my life’”: A qualitative exploration of post-separation power and control tactics experienced by women. Journal of Interpersonal Violence, 32(14), 2166– 2189. https://doi.org/10.1177/0886260515591278

    Watson, L. B., & Ancis, J. R. (2013). Power and control in the legal system: From marriage/relationship to divorce and custody. Violence Against Women, 19(2), 166–186. https://doi.org/10.1177/ 1077801213478027 ↩︎
  21. Przekop, M. (2011). One more battleground: Domestic violence, child custody, and the batterers’ relentless pursuit of their victims through the courts. Seattle Journal for Social Justice, 9(2), 1053–1106.

    Toews, M. L., & Bermea, A. M. (2017). I was naive in thinking, ‘I divorced this man, he is out of my life’”: A qualitative exploration of post-separation power and control tactics experienced by women. Journal of Interpersonal Violence, 32(14), 2166– 2189. https://doi.org/10.1177/0886260515591278

    Watson, L. B., & Ancis, J. R. (2013). Power and control in the legal system: From marriage/relationship to divorce and custody. Violence Against Women, 19(2), 166–186. https://doi.org/10.1177/ 1077801213478027 ↩︎
  22. Rezey, M. L. (2020). Separated Women’s risk for intimate partner violence: A multiyear analysis using the National Crime Victimization Survey. Journal of Interpersonal Violence, 35(5–6), 1055–1080. https://doi.org/10.1177/0886260517692334 ↩︎
  23. Kitzmann, K., Gaylord, N., Holt, A. & Kenny, E. (2003) Child witnesses to domestic violence: a meta-analytic review. Journal of Consulting Clinical Psychology, 71, 339–352. ↩︎
  24. Natalie Pill, Andrew Day, Helen Mildred,Trauma responses to intimate partner violence: A review of current knowledge,
    Aggression and Violent Behavior,Volume 34, 2017,Pages 178-184,ISSN 1359-1789, https://doi.org/10.1016/j.avb.2017.01.014. ↩︎
  25. Trisha Leahy , Grace Pretty & Gershon Tenenbaum (2008) A Contextualized Investigation of Traumatic Correlates of Childhood Sexual Abuse in Australian Athletes, International Journal of Sport and Exercise Psychology, 6:4, 366-384, DOI: 10.1080/1612197X.2008.9671880 ↩︎
  26. Rivera, E. A., Sullivan, C. M., Zeoli, A. M., & Bybee, D. (2018). A longitudinal examination of mothers’ depression and PTSD symptoms as impacted by partner-abusive men’s harm to their children. Journal of Interpersonal Violence, 33(18), 2779–2801. https://doi. org/10.1177/0886260516629391 ↩︎
  27. van der Kolk, B. A. (2005). Developmental Trauma Disorder: Toward a rational diagnosis for children with complex trauma histories. Psychiatric Annals, 35(5), 401–408. https://doi.org/10.3928/00485713-20050501-06 ↩︎
  28. Herman, J. L. (1992). Complex PTSD: A syndrome in survivors of prolonged and repeated trauma. Journal of Traumatic Stress, 5(3), 377–391. https://doi.org/10.1002/jts.2490050305

    Van der Kolk, B. A. (2015). The body keeps the score: brain, mind, and body in the healing of trauma. New York, New York, Penguin Books.  ↩︎
  29. Laing, L. (2017). Secondary victimization: Domestic violence survivors navigating the family law system. Violence against women, 23(11), 1314-1335 ↩︎
  30. Hayes, B. (2012). Abusive men’s indirect control of their partner during the process of separation. Journal of Family Violence, 27(4), 333– 344. https://doi.org/10.1007/s10896-012-9428-2

    Hardesty, J. L., & Ganong, L. H. (2006). How women make custody decisions and manage co-parenting with abusive former husbands. Journal of Social and Personal Relationships, 23(4), 543–563. https:// doi.org/10.1177/0265407506065983 ↩︎
  31. Gutowski, E. R., & Goodman, L. A. (2023). Legal abuse and mental health: The role of judicial betrayal. Psychology of Violence. ↩︎
  32. Laing, L. (2017). Secondary victimization: Domestic violence survivors navigating the family law system. Violence against women, 23(11), 1314-1335. Gutowski, E. R., & Goodman, L. A. (2023). Legal abuse and mental health: The role of judicial betrayal. Psychology of Violence. ↩︎
  33. Spearman, K. J., Hardesty, J. L., & Campbell, J. (2023). Post-separation abuse: A concept analysis. Journal of advanced nursing, 79(4), 1225–1246. https://doi.org/10.1111/jan.15310 ↩︎
  34. Hydén, M. (2015). What social networks do in the aftermath of domestic violence. British journal of criminology, 55(6), 1040-1057. ↩︎
  35. National Center for Injury Prevention and Control, Division of Violence Prevention. Risk and Protective Factors for Perpetration. Centers for Disease Control and Prevention 2021. https://www.cdc.gov/violenceprevention/elderabuse/riskprotectivefactors.html (accessed February 6, 2024). ↩︎
  36. Risk Factors for Re-abuse in Intimate Partner Violence: A Cross-Disciplinary Critical Review, Lauren Bennett Cattaneo and Lisa A. Goodman Trauma Violence Abuse 2005; 6; 141, DOI: 10.1177/1524838005275088, ↩︎
  37. Gondolf, E. W. 2002, Batterer Intervention Systems: Issues, Outcomes and Recommendations, Sage Publications, Thousand Oaks, p. 174. ↩︎
  38. 1800 Respect, national domestic family and sexual violence counselling service, accessed: 01.02.24, https://www.1800respect.org.au/resources-and-tools/risk-assessment-frameworks-and-tools/risk-assessment  ↩︎
  39. Maram Practice Guides Foundation Knowledge Guide, State of Victoria, Australia, Family Safety Victoria, February 2021, p. 36, available at https://www.vic.gov.au/maram-practice-guides-and-resources ↩︎
  40. 1800 Respect, national domestic family and sexual violence counselling service, accessed: 01.02.24, https://www.1800respect.org.au/resources-and-tools/risk-assessment-frameworks-and-tools/risk-assessment  ↩︎
  41. WHO (2014) Clinical handbook Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual
    violence, p. 25. ↩︎
  42. WHO (2014) Clinical handbook Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual
    violence, p. 25-26. ↩︎
  43. Boyle A, Jones P, Lloyd S. The association between domestic violence and self harm in emergency medicine patients. Emerg Med J. 2006 Aug;23(8):604-7. doi: 10.1136/emj.2005.031260. PMID: 16858090; PMCID: PMC2564159. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2564159/ ↩︎
  44. Sondern, Lisa & Pfleiderer, Bettina. (2020). Why the integration of sex and gender aspects will improve domestic violence risk assessment. 155-165. https://bulletin.cepol.europa.eu/index.php/bulletin/article/view/413/332 ↩︎
  45. WHO (2014) Clinical handbook Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual
    violence, p. 25. ↩︎
  46. 1800 Respect, national domestic family and sexual violence counselling service, accessed: 01.02.24, https://www.1800respect.org.au/resources-and-tools/risk-assessment-frameworks-and-tools/risk-assessment ↩︎
  47. WHO (2014) Clinical handbook Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual
    violence, Questions to assess immediate risk of violence p. 26, Making a safety plan p. 27. ↩︎
  48. Austrian Women’s Shelter Network 2015, Kelly Blank, Maria Rösslhumer, TRAINING MANUAL ON GENDER-BASED VIOLENCE FOR HEALTH PROFESSIONALS, AÖF – Austrian Women’s Shelter Network, Austria, https://eeca.unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/implement_train_EN_201606_hires.pdf ↩︎
  49. WHO (2014) Clinical handbook Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual
    violence, Making a safety plan p. 27. ↩︎
  50. WHO (2014) Clinical handbook Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual
    violence, Making a safety plan p. 28. ↩︎
  51. WHO (2014) Clinical handbook Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual
    violence, Making a safety plan p. 28. ↩︎
  52. WHO (2014) Clinical handbook Health care for women subjected to intimate partner violence or sexual
    violence, Making a safety plan p. 33. ↩︎
  53. National Center for Injury Prevention and Control, Division of Violence Prevention. Risk and Protective Factors for Perpetration. Centers for Disease Control and Prevention 2021. https://www.cdc.gov/violenceprevention/sexualviolence/riskprotectivefactors.html (accessed February 6, 2024). ↩︎
  54. Deutscher Ärzteverlag GmbH RDÄ. Kinder mit Behinderungen Werden zu Wenig vor Misshandlungen Geschützt. Deutsches Ärzteblatt 2023. https://www.aerzteblatt.de/nachrichten/145658/Kinder-mit-Behinderungen-werden-zu-wenig-vor-Misshandlungen-geschuetzt?rt=740e2f97b968368ea8a4c9d79b86f559 (accessed January 31, 2024). ↩︎
  55. National Center for Injury Prevention and Control, Division of Violence Prevention. Risk and Protective Factors for Perpetration. Centers for Disease Control and Prevention 2021. https://www.cdc.gov/violenceprevention/childabuseandneglect/riskprotectivefactors.html (accessed February 6, 2024). ↩︎
  56. National Center for Injury Prevention and Control, Division of Violence Prevention. Risk and Protective Factors for Perpetration. Centers for Disease Control and Prevention 2021. https://www.cdc.gov/violenceprevention/childabuseandneglect/riskprotectivefactors.html (accessed February 6, 2024). ↩︎
  57. National Center for Injury Prevention and Control, Division of Violence Prevention. Risk and Protective Factors for Perpetration. Centers for Disease Control and Prevention 2021. https://www.cdc.gov/violenceprevention/childabuseandneglect/riskprotectivefactors.html (accessed February 6, 2024). ↩︎
  58. Deutscher Ärzteverlag GmbH RDÄ. Kinder mit Behinderungen Werden zu Wenig vor Misshandlungen Geschützt. Deutsches Ärzteblatt 2023. https://www.aerzteblatt.de/nachrichten/145658/Kinder-mit-Behinderungen-werden-zu-wenig-vor-Misshandlungen-geschuetzt?rt=740e2f97b968368ea8a4c9d79b86f559 (accessed January 31, 2024). ↩︎
  59. Deutscher Ärzteverlag GmbH RDÄ. Kinder mit Behinderungen Werden zu Wenig vor Misshandlungen Geschützt. Deutsches Ärzteblatt 2023. https://www.aerzteblatt.de/nachrichten/145658/Kinder-mit-Behinderungen-werden-zu-wenig-vor-Misshandlungen-geschuetzt?rt=740e2f97b968368ea8a4c9d79b86f559 (accessed January 31, 2024). ↩︎
  60. Deutscher Ärzteverlag GmbH RDÄ. Kinder mit Behinderungen Werden zu Wenig vor Misshandlungen Geschützt. Deutsches Ärzteblatt 2023. https://www.aerzteblatt.de/nachrichten/145658/Kinder-mit-Behinderungen-werden-zu-wenig-vor-Misshandlungen-geschuetzt?rt=740e2f97b968368ea8a4c9d79b86f559 (accessed January 31, 2024). ↩︎
  61. National Center for Injury Prevention and Control, Division of Violence Prevention. Risk and Protective Factors for Perpetration. Centers for Disease Control and Prevention 2021. https://www.cdc.gov/violenceprevention/childabuseandneglect/riskprotectivefactors.html (accessed February 6, 2024). ↩︎
  62. National Center for Injury Prevention and Control, Division of Violence Prevention. Risk and Protective Factors for Perpetration. Centers for Disease Control and Prevention 2021. https://www.cdc.gov/violenceprevention/childabuseandneglect/riskprotectivefactors.html (accessed February 6, 2024). ↩︎