1. Señales de toxicidad en una relación
2. Los efectos de la violencia doméstica y de género
3. Excurso: testigos indirectos de violencia doméstica y de género
4. Indicios generales de violencia doméstica y de género en personas adultas
5. Indicios frecuentes en menores
Enfoque desde el sistema educativo: detectar víctimas de violencia doméstica y de género
6. Indicios frecuentes en el sistema educativo
Referencias
Introducción
Te damos la bienvenida al Módulo 2: «Indicios de violencia doméstica y de género». En este módulo, estudiarás en profundidad los distintos tipos de consecuencias de la violencia doméstica y de género y aprenderás a identificarlos a través de indicios relacionados con aspectos conductuales, físicos y psíquicos. Además, explicaremos el papel de los/as testigos y los efectos que tiene la violencia en estas personas.
Objetivos formativos
+ Comprender las consecuencias (físicas, psíquicas y sociales) de la violencia doméstica y de género en las víctimas, familias y comunidades.
+ Desarrollar la capacidad de detectar posibles indicios y «señales de alarma» que se manifiestan a través de signos conductuales, físicos y emocionales.
+ Identificar los efectos emocionales y psicológicos de ser testigo de violencia doméstica y de género, en concreto durante la infancia, y entender la importancia de crear entornos seguros para toda la familia.
1. Señales de toxicidad en una relación
Hay relaciones que, en lugar de ser beneficiosas, llegan a tener consecuencias negativas en nuestro bienestar. Algunas incluso se vuelven tóxicas. Por ello, es de suma importancia saber identificar las señales de alarma.
Esas señales de alarma, llamadas «red flags» en inglés, nos ayudan a ver los indicios de conductas malsanas y manipuladoras. No siempre se detectan a la primera y es justamente esto lo que las hace tan peligrosas.
La toxicidad puede manifestarse de muchas maneras dentro de las relaciones íntimas (en amistades, en el trabajo, en la familia o en relaciones de pareja).
2. Los efectos de la violencia doméstica y de género
«Sufrir maltrato o violencia de pareja multiplica por tres el riesgo de padecer un trastorno mental y casi duplica el riesgo de padecer una enfermedad física crónica».
Mellar BM, Hashemi L, Selak V, Gulliver PJ, McIntosh TK, Fanslow JL (2023)1
No hay dos víctimas iguales; el impacto acumulativo de cada acto de violencia depende de muchos factores complejos. Si bien las vivencias de cada persona son únicas, hay muchas consecuencias comunes a raíz de vivir en un entorno violento o de vivir con miedo. A menudo, los efectos físicos, emocionales, psicológicos y financieros a corto y largo plazo son similares.
Por ello, es importante entender que las consecuencias y los indicios de la violencia doméstica y de género están interconectados.
Las listas que verás a continuación no son exhaustivas y representan solo una muestra de posibles indicios.
Las consecuencias de la violencia doméstica y de género en menores (testigos o víctimas directas)
«A veces, las consecuencias más grandes las sufren los/as más pequeños/as».
United Nations Children’s Fund (UNICEF)
«Los recuerdos del maltrato infantil y el abandono tienen más consecuencias en la salud mental que el suceso en sí».
Danese A., Widom CS. (2023)2
«Las personas que han pasado por vivencias difíciles o traumáticas durante la infancia tienden a manifestar deterioro físico y cognitivo durante la edad adulta.”3 En esta tabla verás más ejemplos de las consecuencias a corto y largo plazo de sufrir violencia infantil o de ser testigo ocular de violencia doméstica y de género:
- Haber sufrido violencia durante la infancia y tener problemas de salud mental (síntomas psicosomáticos, depresión o tendencias suicidas) aumenta el riesgo de alcoholismo y drogodependencia, embarazo adolescente y delincuencia.9
- Puede que los niños y las niñas interioricen que es aceptable ejercer control o desestresarse mediante el uso de la violencia o que esta está ligada a la intimidad y la afectividad. Esto puede desembocar en consecuencias negativas en los contextos sociales y las relaciones durante la infancia y en la edad adulta.
- Quizás también tengan que pasar por un periodo sin hogar, mudarse y cambiar de centro educativo, perder amistades, mascotas y objetos personales, además del acoso persistente de la persona agresora y el estrés que conlleva crear nuevas relaciones.
3. Excurso: testigos indirectos de la violencia doméstica y de género

Como hemos visto, las personas que viven en entornos con malos tratos sufren consecuencias negativas a corto y largo plazo y la mayoría no se lo cuenta a nadie. Por ello, es importante que los posibles testigos como personas cuidadoras, familiares, gente del vecindario y compañeros/as del trabajo no hagan oídos sordos.
«¿Qué harías tú?».
Ejercicio de reflexión
(1) ¿Cuáles son las «señales de alarma» que se ven en el vídeo y apuntan a que estamos ante una relación tóxica donde hay violencia doméstica y de género y que alguien necesita ayuda?
(2) ¿Qué harías tú?
Las condiciones previas más importantes para intervenir como testigo son la cooperación y el consentimiento de la víctima. Intervenir ante un caso de violencia doméstica y de género implica, por ejemplo, hablar con la víctima, facilitarle información sobre los servicios de apoyo y ayudarla a poner una denuncia.
Factores que pueden inhibir o fomentar la intervención de testigos:
Para más información sobre factores determinantes en la intervención de testigos de violencia doméstica y de género consulta este enlace:10 www.eige.europa.eu/gender-based-violence/eiges-work-gender-based-violence/intimate-partner-violence-and-witness-intervention?lang=sl
4. Indicios generales de violencia doméstica y de género en personas adultas
Hay toda una serie de indicios que llevan a determinar que una persona pueda estar siendo objeto de violencia doméstica y de género. Algunos de estos pasan desapercibidos. Por ello, los equipos profesionales deben estar alerta a las señales y actuar acorde. Hay que tener en cuenta que algunas señales pueden ser indicativo de otros problemas. Algunas víctimas dan pistas durante las interacciones con los y las profesionales; su comportamiento también es una señal. Encontrarás información detallada sobre la comunicación en el Módulo 3.
Las víctimas dependen de que profesionales las escuchen, sean persistentes e indaguen acerca de esas señales y pistas. Asimismo, es necesario que hablen con ellas en privado, que apunten detalles sobre su comportamiento, sentimientos y lesiones que hayan identificado y registrado, así como prestar asistencia siguiendo el protocolo pertinente.
Las personas con contextos culturales diversos pueden presentar síntomas de forma distinta. Debes tener presente tu cosmovisión, sesgos y estereotipos cuando te comuniques con una víctima potencial, pues esos factores afectan a la evaluación de riesgos y síntomas. Encontrarás más información en el Módulo 8.
Debes tener presente que algunos indicios son indicativo de otros problemas. No obstante, sirven como señales de alerta a las que hay que prestar especial atención, pues pueden apuntar a violencia doméstica y de género.
Aquí encontrarás una lista de indicios sanitarios y psicológicos para personas en edad adulta e indicios específicos para personas de grupos vulnerables.
Para facilitar su comprensión, están clasificados por color: amarillo (indicios generales), verde (indicios de comportamiento) y azul (indicios psicológicos).
Posibles indicios sanitarios
- Enfermedades crónicas tales como dolores de cabeza, dolor muscular, articular y lumbar.11
- Dificultad para conciliar el sueño y problemas alimenticios.
- Problemas cardíacos sin tener una enfermedad cardíaca (palpitaciones, hipertensión, infarto agudo de miocardio en ausencia de enfermedad coronaria obstructiva).
Posibles indicios psicológicos
- Sufrimiento mental, como ansiedad, indecisión, confusión y hostilidad.12
- Autolesiones o intento de suicidio.13
- Síntomas psicosomáticos.
- Trastornos del sueño y de la conducta alimentaria (TCA) (anorexia, bulimia, trastorno de sobreingesta compulsiva).14
- Depresión/depresión perinatal.15
- Aislamiento social/no tener acceso a transporte o dinero.16
- Conducta sumisa/baja autoestima.17
- Miedo al contacto físico.18
- Alcoholismo y drogodependencia.19, 20
Posibles indicios conductuales
- Acudir con frecuencia a distintos centros de salud para pedir recetas médicas.
- Cambiar de médico/a con frecuencia.21
- Intervalo demasiado largo entre que se produce una lesión y el tratamiento de esta.
- Titubear cuando le preguntan sobre los antecedentes médicos.
- Mentir o dar explicaciones incongruentes sobre la causa de la lesión.
- Comportamiento sobreprotector y controlador de la persona que la acompaña.
- Faltar con frecuencia al trabajo o a clase.
- Poner excusas o sentir vergüenza de las lesiones.
- Tener ansiedad en presencia de su pareja o familiares.
- Reacciones nerviosas ante el contacto físico/espasmos.
- Sobresaltarse con facilidad.
- Llorar con facilidad al responder a preguntas.
- Reacciones muy defensivas a preguntas concretas.
Indicios posibles que se aplican en específico al grupo vulnerable de la gente mayor:
Posibles indicios de violencia doméstica y de género hacia la gente mayor:
- Falta de higiene básica.
- Incontinencia urinaria.
- Andadores y dentaduras postizas desaparecidas.
- Úlcera de decúbito.
- La persona a cargo de los cuidados habla de ella o él como si fuera una carga.
A algunos/as profesionales les preocupa que hablar sobre el suicidio ponga en peligro a una persona en situación vulnerable. Sin embargo, la realidad es que abordar la cuestión puede reducir su ansiedad y dar espacio al entendimiento. Si ves que una persona piensa en autolesionarse o tiene antecedentes de autolesiones y está muy estresada o nerviosa, no la dejes sola. Derívala de inmediato a un servicio especialista o a un centro sanitario de urgencias.
5. Indicios frecuentes en menores
«Cambiar con frecuencia de pediatra es un posible indicio de violencia doméstica y de género y puede llevar a que la detección de menores vulnerables llegue demasiado tarde».
www.aerzteblatt.de, 13.June 202122
Aquí encontrarás una serie de posibles indicios en menores.23
Posibles indicios de violencia doméstica y de género
- Aumento de peso lento (en bebés).
- Hallazgos evidentes durante un reconocimiento y otras señales de abandono.
- Tratamiento médico de enfermedades nulo o inadecuado.
- Desatender la higiene del/la menor.
- Malnutrición u obesidad mórbida.
- Vestimenta inapropiada, p. ej., llevar camisetas de manga larga y pantalones largos cuando hace calor.
- Dificultad para comer o dormir.
- Dolencias físicas.
- Desórdenes alimenticios (inclusive problemas en la lactancia materna).
Posibles indicios psicológicos
- Lenguaje y comportamiento agresivo, peleas constantes con compañeros/as de clase.
- Pasividad, sumisión.
- Mostrar nerviosismo o retracción.
- Dificultad para adaptarse a los cambios.
- Comportamiento retraído en infantes.
- Trastornos del desarrollo del habla.
- Enfermedades psicosomáticas.
- Nerviosismo y problemas de concentración.
- Comportamiento dependiente, triste o reservado.
- Orinarse en la cama.
- Mal comportamiento, como maltratar a animales.24
- Bajo rendimiento escolar notable.
- Faltas a clase sin justificar.
- Sobreprotección o miedo a separarse de la madre o el padre.
- Robar.
- Aislamiento social.
- Comportamiento sexual agresivo.
- Sentirse inútil.
- Transigencia.
- Falta de límites personales.
- Depresión, ansiedad e intentos de suicidio.
Posibles lesiones
- Los antecedentes descritos no concuerdan con las lesiones.
- Lesiones atípicas, por ejemplo:
- Lesiones graves de cualquier tipo.
- Fracturas frecuentes.
- Apariencia atípica (p. ej., lesiones con patrones, como marcas de mordiscos).
- Localización atípica («protegida») de lesiones (tales como labios, dientes, cavidad bucal, párpados, lóbulos, nalgas, genitales, yemas de los dedos, etc.).
- Lesiones (antiguas) sin tratar.
- Lesiones sin causa aparente en bebés que aún no caminan.
- Lesiones «impropias» para la edad del/la menor; los/las bebés sanos/as no suelen tener contusiones. Incluso las contusiones pequeñas, irrelevantes desde un enfoque médico, indican que no sujetan correctamente al/la bebé.
- Lesiones causadas por una alimentación forzada o descuidada:
- Contusiones (hematomas en los tejidos) de los labios o las encías (por alimentación excesiva).
- Quemaduras porque la comida estaba demasiado caliente.
- Alimentación forzada con biberón: intrusión lingual de los incisivos superiores, las encías muestran una fisura redondeada causada por la anilla de plástico de la tetina de goma.
Atención: ¡Las lesiones internas graves (p. ej., fracturas) puede que no se traduzcan en lesiones externas! Zarandear a un bebé es peligroso y las consecuencias no siempre se ven a simple vista.


Source: Deutsche Gesellschaft für Kinderschutz in der Medizin (2019). Child Abuse and Neglect Guideline.25 https://dgkim.de/?page_id=243)
Posibles indicios referentes al comportamiento de progenitores o personas cuidadoras
- Anomalías/enfermedades psicológicas de los progenitores.
- Señales de conflictos parentales (p. ej., agresión, posibilidad de violencia, delincuencia, falta de educación/instrucción, conflictos maritales).
- Familias que sufren factores de estrés psicosocial (p. ej., pobreza, desempleo, paternidad/maternidad precoz o monoparentalidad, aislamiento lingüístico, partos múltiples, retrasos en el desarrollo infantil).
- Consumo de drogas (independientemente de la sustancia) y otras adicciones (p. ej., ludopatía, adicción al sexo o a las compras).
- Incapacidad de los progenitores para interpretar correctamente las señales de un recién nacido/bebé/menor; falta de apego al recién nacido/bebé/menor.
- Falta de cooperación/cumplimiento de la terapia por parte de los progenitores p. ej.:
- No seguir las recomendaciones del personal sanitario, cuidado inadecuado por parte de progenitores de menores con enfermedades crónicas.No darle (con regularidad) la medicación al/la menor y no llevarle a las revisiones médicas.
Referencia26
![]() | Señales de alarma («red flags») que son motivo de alerta:(4) • Los hematomas visibles en bebés que todavía no caminan son motivo de preocupación. • En general, es motivo de preocupación que un/a menor presente hematomas en la zona genital. • Que un/a menor presente hematomas en varias zonas como en la oreja, cuello, nuca, pantorrillas y toda la parte anterior del tórax y abdomen es motivo de alarma y sospecha, y más si no se dispone de antecedentes médicos al respecto. • En general, es poco común que un/a menor presente hematomas en la zona de las nalgas. Los/las menores que han sufrido malos tratos suelen presentar tres o más hematomas en varias zonas. |
Estudio de caso: menores en situación de riesgo que viven en hogares donde se da violencia doméstica y de género
Este es el caso de Daniel, un niño de 4 años, y su madre, la Sra. Luscak, una mujer de 27 años que ha tenido cuatro parejas diferentes. Consume alcohol en exceso y en ocasiones se muestra violenta con sus parejas. Casi no habla español. Daniel tiene dos hermanos: Ana, de siete años, fruto del primer novio de la madre y Adam de un año, fruto del cuarto novio de la madre, el Sr. A. Han llamado a la policía hasta en 27 ocasiones por episodios de violencia doméstica y de género, que se complicaban porque tanto el padre como la madre estaban ebrios. En dos ocasiones, la madre de Daniel ingirió dosis muy altas de somníferos con la intención de suicidarse. La familia se ha mudado en numerosas ocasiones por no poder pagar el alquiler. Cuando la Sra. Luscak estaba embarazada de Adam, el Sr. A le insistió en que abortara. No asistió a 4 citas prenatales. En una ocasión, mientras estaba hospitalizada, el Sr. A le quitó el gotero del brazo y ella pidió el alta voluntaria.
Daniel sufrió una fractura helicoidal en el brazo izquierdo que, según los informes de urgencias, se debía a que el día anterior había estado saltando del sofá con su hermana. Su madre explicó que los hematomas del hombro y del abdomen bajo se debían a caídas frecuentes de la bicicleta. Los profesionales sanitarios se reunieron, pero no tuvieron en consideración los antecedentes de violencia doméstica y de género. Cuando Daniel y Ana empezaron a ir al colegio, ambos faltaban mucho a clase. El profesorado empezó a preocuparse porque Daniel estaba cada vez más delgado y siempre parecía hambriento, llegando hasta el punto de coger comida de las mochilas de otros compañeros y compañeras. Daniel no hablaba mucho español y era un niño tímido y reservado que no hablaba con sus profesores y profesoras.
Ejercicio de reflexión
(1) Reflexiona acerca de las numerosas señales de alarma que presenta el caso de Daniel. ¿Cuáles son los primeros indicios de maltrato y cómo podrían haberse identificado antes?
(2) ¿Qué oportunidades de intervención y de apoyo por parte del personal sanitario se han perdido? ¿Qué se podría haber hecho mejor?
Caso adaptado del27 Manual interactivo sobre violencia de la Asociación Internacional de Médicas, solo disponible en inglés.
6. Indicios frecuentes en el sistema educativo
- Las agresiones verbales, las lesiones visibles, los problemas de conducta o los cambios de comportamiento en menores pueden hacer sospechar que en una familia se dan situaciones de violencia doméstica y de género.
- El equipo docente debe estar concienciado.
- En cualquier caso, el objetivo principal debe ser poner fin a la violencia hacia menores y progenitores.
- En la mayoría de los casos de violencia doméstica y de género, lo más conveniente para la/el menor es que su progenitor/a cambie la situación por voluntad propia. Animarle a hacerlo y facilitarle acceso a la ayuda que necesita es una tarea importante dentro del sistema educativo.
Posibles pasos a seguir ante un caso potencial de violencia doméstica y de género
- Observación de los problemas conductuales de un/a menor.
- Documentación.
- Reflexión sobre lo observado.
- Suposiciones sobre las posibles causas del comportamiento de el/la menor (formación de hipótesis).
- Colaboración de otro/a docente.
- Reunión de equipo (reunión de claustro).
- Implicación de la dirección.
- Decisión sobre cómo proceder y acuerdo sobre los siguientes pasos de actuación.
El último paso, «decisión sobre cómo proceder y acuerdo sobre los siguientes pasos de actuación», debe organizarse de forma individual dependiendo del caso. Una posibilidad sería hablar con la madre o el padre de la/el menor en cuestión. En primer lugar, se debe hablar de los problemas de comportamiento observados y documentados de la/el menor. Si se llega a la conclusión de que la madre o el padre podrían estar viviendo una situación de violencia doméstica y de género, habría que mantener otra conversación con ellos en privado y por separado. Siempre debe garantizarse la confidencialidad y facilitar información sobre opciones de ayuda, como los servicios sociales, asesoramiento telefónico anónimo, etc.
La cooperación con la madre y el padre desde el ámbito escolar ha de tratarse con cautela y, de este modo, asegurar una buena comunicación a largo plazo. Si no hay predisposición a cooperar y hacer uso de las opciones de ayuda, recurrir a otras instituciones sin el consentimiento parental únicamente es viable si el bienestar de la/el menor está en aparente peligro. De lo contrario, el centro educativo debe seguir la Ley de protección de datos. Sin embargo, es posible obtener asesoramiento de diferentes servicios sociales por teléfono o en persona sin revelar los datos de la familia afectada. Si el bienestar de la/el menor está en peligro, se debe dar cuenta a los servicios sociales, pues tiene prioridad sobre la protección de datos. Asimismo, para resolver una posible situación de peligro, se puede consultar primero a los servicios sociales, preservando el anonimato de la familia afectada, y luego decidir los pasos siguientes.

No te precipites
Puedes hablar de tus sensaciones, sospechas y temores con tus compañeros/as o ir a la oficina de servicios sociales más cercana. Actúa con prudencia y cautela para evitar situaciones que se escapen de tu control. Todo lo que hagas debe velar por el bienestar de la/el menor.
Aclarar la sospecha
Un/a menor puede comportarse de forma «inusual» por distintos motivos: está atravesando una situación complicada, los progenitores se están divorciando o las personas a cargo de sus cuidados, como los/as abuelos/as, han fallecido. Sin embargo, ser testigo ocular o víctima de violencia doméstica y de género también puede desembocar en conductas que hagan saltar las alarmas. Siempre es importante preguntarse lo siguiente: «¿En qué se basa mi sospecha?», «¿Son el maltrato, el abandono, el abuso sexual o la violencia doméstica y de género la única explicación de su comportamiento?», «¿Existen otras causas posibles?».
Ejemplo: violencia física
Alicia siempre tiene alguna lesión, sobre todo moratones. El resto de niños y niñas también se han dado cuenta. Cada vez que alguien habla con la pequeña de cinco años, ella cuenta una historia distinta. Sin embargo, todas tienen algo en común: se ha hecho las heridas porque, según ella, es «muy patosa». A veces se cae por las escaleras y, otras, de la bicicleta.
Pero cualquiera que conozca a Alicia sabe que ella es de todo menos torpe. La profesora también empieza a sospechar porque las explicaciones no «encajan» con las lesiones. Los compañeros y compañeras de la pequeña dicen que los padres de Alicia son estrictos. Castigan a su hija por cosas tan insignificantes como llegar tarde y no le permiten quedar con sus amigas.
Cuando Alicia falta a clase un día, la profesora decide ir a su casa. El padre y la madre de la pequeña se niegan a dejarla entrar y dicen que la niña no está. Entonces, llama a la policía, que encuentra a Alicia encerrada en su habitación, llena de moratones y verdugones y con la boca tapada con cinta adhesiva. Cuando la policía les pregunta por la herida de la cabeza, explican que su hija se había dado en el armario por una rabieta.
Fuente: Manual para promover la detección del maltrato infantil y el seguimiento adecuado de los casos potenciales (solo disponible en alemán)
Ejemplo: violencia psicológica
Tomás, un niño de once años, tiene sobrepeso para su edad. Cada vez habla menos con sus compañeros y compañeras y ya no participa en ninguna actividad de grupo. No sufre acoso escolar, pero se está volviendo más introvertido y tiene un comportamiento pasivo que hace saltar las alarmas.
También participa cada vez menos en clase y parece inseguro y asustadizo. En el momento en que se considera su traslado a otro centro, la profesora del niño pide una reunión tanto a su padre como a su madre, pero se presenta ella sola.
Durante la conversación con la profesora, enseguida se hace evidente que tiene una actitud muy distante hacia su hijo. Lo llama estúpido y feo de manera despectiva. En cuanto a su traslado, dice con indiferencia que «si no cambia, tendrá que atenerse a las consecuencias».
Tras la conversación con la profesora, Tomás se reúne con su madre y la profesora al salir del aula. Su madre, delante de la profesora y de su clase, espeta: «Eres un inútil, no me traes más que problemas».
Fuente: Manual para promover la detección del maltrato infantil y el seguimiento adecuado de los casos potenciales (solo disponible en alemán)
Ejemplo: abandono
¡Otra vez llegando tarde! Leo entra con sigilo en clase y cruza los dedos por que el profesor no se dé cuenta de que ha vuelto a llegar tarde. No es la primera vez que el niño de doce años no es puntual y da cabezadas durante la primera hora. ¡Se ha dejado los libros y las libretas en casa! La mayoría de las veces tampoco trae almuerzo. Los pantalones le quedan pequeños, los jerséis están desgastados y nadie quiere sentarse a su lado. Sus compañeros y compañeras le espetan: «¡Apestas!».
La profesora está preocupada por el niño, que parece desatendido, pero la madre no responde a las notas que le escribe. Tampoco asiste a las reuniones de padres y madres. Cuando la profesora pregunta a Leo, él siempre tiene explicaciones concluyentes preparadas de por qué su madre no puede venir.
La hermana pequeña de Leo va al mismo colegio. La pequeña tenía excursión, pero no se efectuó la remisión del pago, así que se concierta una tutoría con la madre, la profesora y con los servicios sociales. La madre no se presenta. Cuando le preguntan a Leo dónde está, él rompe a llorar y cuenta que su madre lleva casi un año viviendo con su novio y que solo aparece por casa de vez en cuando a dejar cinco euros para la compra. Durante todo este tiempo, Leo ha tenido que cargar con la responsabilidad de toda la casa, de un piso descuidado por completo y de sus tres hermanos pequeños.
Fuente: Manual para promover la detección del maltrato infantil y el seguimiento adecuado de los casos potenciales (solo disponible en alemán)
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Aquí encontrarás opciones de formación continua en el ámbito de la violencia doméstica y de género dentro del sector social.
Caso de estudio: la violencia doméstica y de género perjudica a los menores
Gabriela se casó con Nico tras una larga relación. Poco después, se mudaron a la casa de campo de la familia de Nico. La pareja vivía felizmente y al poco tiempo tuvieron a su primera hija. El comportamiento de Nico empezó a cambiar durante el embarazo y para cuando nació su hija, la relación ya no era «lo mismo». Nico parecía haberse cerrado en sí mismo y pasaba mucho tiempo solo. Gabriela empezó a pensar que Nico se parecía cada vez más a su padre, un hombre que siempre había tenido una presencia autoritaria en su vida.
La conducta de Nico empezó a ser amenazante y controladora, especialmente en lo que se refería al dinero y las relaciones sociales. Se volvía cada vez más agresivo cuando discutían y muchas veces gritaba y lanzaba cosas. Gabriela pensaba que por el hecho de no hacerle daño físico, aquello no era maltrato. Nico no mostraba interés alguno por su hija Jenny, excepto en público. En público se volvía un padre de lo más cariñoso.
Jenny se portaba bien. Sin embargo, era imposible para Gabriela dejar a su hija con otra persona. Jenny se ponía a llorar y se alteraba cada vez que Gabriela la dejaba con otra persona para que la cuidara. Esto era una fuente de estrés para Gabriela y limitaba aún más su vida social.
Jenny tardó mucho en gatear, caminar y empezar a hablar. Sus hábitos de sueño se veían alterados y Gabriela apenas conseguía dormir por la noche, incluso cuando Jenny tenía más de 12 meses. Cuando Jenny empezó a hablar, tartamudeaba, lo que complicaba aún más su desarrollo del habla. A Gabriela le preocupaba mucho Jenny. El pediatra le dijo que era algo normal en algunos niños y niñas y que, si seguía teniendo problemas con el habla, siempre podía enviar a Jenny a un especialista.
Al cabo de unos años, la actitud de Nico se volvió insoportable para Gabriela. Durante las discusiones, él sostenía la escopeta que usaba cuando trabajaba en la granja, algo que la asustaba bastante. En varias ocasiones, los objetos que lanzaba Nico daban a Gabriela. Ella temía cada vez más por la vida de su hija, así que decidió marcharse y recurrir al centro de mujeres más cercano. Ahí la ayudaron a tramitar una orden de protección.
Una vez Gabriela alejó a Jenny de Nico, la pequeña cambió. El desarrollo de Jenny parecía acelerarse y Gabriela no lo entendía. Como parte del servicio del centro de mujer, Gabriela tenía un terapeuta, así que le preguntó sobre el problema de Jenny. Él le explicó que los retrasos en el desarrollo, la tartamudez, la irritabilidad y la ansiedad ante la separación eran consecuencia de la situación de maltrato que había vivido.
Este es un ejemplo de violencia familiar que podría haberse identificado a tiempo. Si el pediatra hubiera preguntado a Gabriela o a Nico (quien presentaba dolor lumbar crónico) cómo era su relación, qué estaba pasando en casa y, en concreto, qué le pasaba a Jenny, esta situación podría haberse detectado mucho antes.
Tareas
(1) ¿Qué formas de violencia doméstica y de género están presentes?
(2) ¿Qué indicios de violencia doméstica y de género pueden observarse en el caso de estudio?
(3) ¿Cómo evalúas el riesgo para Gabriela y su hija?
Entre la amplia gama de profesionales, proveedores de servicios y agencias especializadas que prestan apoyo a las víctimas y supervivientes de violencia doméstica y de género encontramos: servicios de atención sanitaria primaria y secundaria, servicios de salud mental, servicios de violencia sexual, atención social, entidades de justicia penal, policía, libertad condicional, justicia juvenil, entidades especializadas en violencia doméstica y de género, servicios de protección al menor y servicios de vivienda y educación.
Estudio de caso adaptado del RACGP (2014): Abuse and Violence: Working with our patients in general practice
Referencias
- Mellar, B. M., Hashemi, L., Selak, V., Gulliver, P. J., McIntosh, T. K. D., & Fanslow, J. L. (2023). Association Between Women’s Exposure to Intimate Partner Violence and Self-reported Health Outcomes in New Zealand. JAMA network open, 6(3). doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2023.1311 ↩︎
- Danese, A., Widom, C. S. (2023). Associations between Objective and Subjective Experiences of Childhood Maltreatment and the Course of Emotional Disorders in Adulthood. JAMA Psychiatry, 80, 1009-1016. doi: 10.1001/jamapsychiatry.2023.2140 ↩︎
- Stiles, M. (2003). Witnessing domestic violence: The effect on children. American family physician, 66, 2052, 2055-2056, 2058 passim ↩︎
- Lee, V. M., Hargrave, A. S., Lisha, N.E., & Huang, A. J. (2023). Adverse Childhood Experiences and Aging-Associated Functional Impairment in a National Sample of Older Community-Dwelling Adults. Journal of General Internal Medicine, 38, 3362-3371. doi.org/10.1007/s11606-023-08252-x ↩︎
- Stiles, M. (2003). Witnessing domestic violence: The effect on children. American family physician, 66, 2052, 2055-2056, 2058 passim ↩︎
- Moylan, C. A., Herrenkohl, T. I., Sousa, C., Tajima, E. A., Herrenkohl, R. C., & Russo, M. J. (2010). The Effects of Child Abuse and Exposure to Domestic Violence on Adolescent Internalizing and Externalizing Behavior Problems. Journal of Family Violence, 25(1), 53-63. doi:10.1007/s10896-009-9269-9 ↩︎
- Monnat, S. M., Chandler, R. F. (2015). Long Term Physical Health Consequences of Adverse Childhood Experiences. Sociological Quarterly, 56(4), 723-752. doi:10.1111/tsq.12107 ↩︎
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- European Institute for Gender Equality. Intimate partner violence and witness intervention (2024). www.eige.europa.eu/gender-based-violence/eiges-work-gender-based-violence/intimate-partner-violence-and-witness-intervention?lang=sl ↩︎
- Department of Health and Social Care (2017). Responding to domestic abuse: A resource for health professionals. www.assets.publishing.service.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/597435/DometicAbuseGuidance.pdf ↩︎
- Royal Australian College of General Practitioners (2024). Abuse and Violence: Working with our patients in general practice. www.racgp.org.au/clinical-resources/clinical-guidelines/key-racgp-guidelines/view-all-racgp-guidelines/white-book ↩︎
- Women’s Legal Service NSW (2019). When she talks to you about the violence – A toolkit for GPs in NSW. www.wlsnsw.org.au/wp-content/uploads/GP-toolkit-updated-Oct2019.pdf ↩︎
- Women’s Legal Service NSW (2019). When she talks to you about the violence – A toolkit for GPs in NSW. www.wlsnsw.org.au/wp-content/uploads/GP-toolkit-updated-Oct2019.pdf ↩︎
- Royal Australian College of General Practitioners (2024). Abuse and Violence: Working with our patients in general practice. www.racgp.org.au/clinical-resources/clinical-guidelines/key-racgp-guidelines/view-all-racgp-guidelines/white-book ↩︎
- Western Australian Family and Domestic Violence Common Risk Assessment and Risk Management Framework (2023). Indicators of family and domestic violence. Factsheet. www.wa.gov.au/system/files/2021-10/CRARMF-Fact-Sheet-2-Indicators-of-FDV.pdf ↩︎
- Royal Australian College of General Practitioners (2024). Abuse and Violence: Working with our patients in general practice. www.racgp.org.au/clinical-resources/clinical-guidelines/key-racgp-guidelines/view-all-racgp-guidelines/white-book ↩︎
- Royal Australian College of General Practitioners (2024). Abuse and Violence: Working with our patients in general practice. www.racgp.org.au/clinical-resources/clinical-guidelines/key-racgp-guidelines/view-all-racgp-guidelines/white-book ↩︎
- Royal Australian College of General Practitioners (2024). Abuse and Violence: Working with our patients in general practice. www.racgp.org.au/clinical-resources/clinical-guidelines/key-racgp-guidelines/view-all-racgp-guidelines/white-book ↩︎
- Women’s Legal Service NSW (2019). When she talks to you about the violence – A toolkit for GPs in NSW. www.wlsnsw.org.au/wp-content/uploads/GP-toolkit-updated-Oct2019.pdf ↩︎
- Hegarty, K., & O’Doherty, L. (2011): Intimate partner violence – Identification and response in general practice. Australian Family Physician, 40(11):852-6. www.racgp.org.au/getattachment/5c90283f-fa0d-44dc-a9b5-edd7ed7776c6/Intimate-partner-violence.aspx ↩︎
- Ärzteblatt (2021). Bei Missbrauchsverdacht: Koalition in NRW will Schweigepflicht lockern. www.aerzteblatt.de/nachrichten/124955/Bei-Missbrauchsverdacht-Koalition-in-NRW-will-Schweigepflicht-lockern,%20accessed%2010.%20October%202023 ↩︎
- Hegarty, K., & O’Doherty, L. (2011). Intimate partner violence – Identification and response in general practice. Australian Family Physician, 40(11), 852-856. ↩︎
- Mota-Rojas, D., Monsalve, S., Lezama-García, K., Mora-Medina, P., Domínguez-Oliva, A., Ramírez-Necoechea, R., & Garcia, R. d. C. M. (2022). Animal Abuse as an Indicator of Domestic Violence: One Health, One Welfare Approach. Animals, 12(8), 977. doi.org/10.3390/ani12080977 ↩︎
- Deutsche Gesellschaft für Kinderschutz in der Medizin (2019). Child Abuse and Neglect Guideline. www.dgkim.de/wissen-forschung/kinderschutzleitlinie/ ↩︎
- Institut für Qualität im Gesundheitswesen Nordrhein. Notfall- und Informationskoffer: Kinderschutz in der Arztpraxis und Notaufnahme. www.aekno.de/fileadmin/user_upload/aekno/downloads/2023/Kindernotfallkoffer.pdf ↩︎
- MWIA (2019). Case Studies – Children at serious risk of domestic violence. Case 12: Daniel. www.mwiaviolencemanual.com/wp-content/uploads/2019/07/case-12_-children_at_serious_risk_of_domestic_violence-_daniel.pdf ↩︎